Las plataformas chinas como Shein y Temu están ganando terreno en Latinoamérica, poniendo en jaque a la industria textil local con sus precios bajos y modelos de producción optimizados. Mientras países como Brasil, México y Colombia implementan aranceles para protegerse, Argentina opta por una política de mayor apertura comercial.
Las plataformas chinas como Shein y Temu ganan terreno en Latinoamérica, ofreciendo productos a precios bajos que afectan a las industrias textiles locales.
Países como Brasil, México y Colombia implementaron aranceles para proteger su sector textil, mientras que Argentina optó por una política de apertura comercial, reduciendo impuestos a las importaciones.
Shein adoptó un modelo de producción "on demand" y está considerando expandir su infraestructura en la región, adaptándose a las tendencias locales y optimizando sus costos logísticos.
En México, la industria textil perdió miles de empleos debido a la competencia de plataformas extranjeras, y en Brasil hay una creciente desigualdad tributaria frente a los actores locales.
Argentina redujo los aranceles a la importación de productos textiles, en parte para combatir la inflación, decisión a su vez cuestionada por el sector textil local, que teme por su supervivencia.
Las plataformas de comercio electrónico asiáticas introdujeron productos a precios extremadamente bajos, lo que puso en riesgo las industrias textiles locales. A través de su modelo de "fast fashion", estas empresas desplazaron a los fabricantes nacionales, especialmente en países como México, Brasil y Colombia, donde las importaciones chinas representan una parte importante del mercado. Estas marcas cuentan con ventajas como costos de producción más bajos y envíos directos desde las fábricas, lo que dificulta la competitividad de los fabricantes locales, que enfrentan mayores costos de producción y barreras regulatorias más estrictas.
Países como Brasil, México y Colombia implementaron aranceles para proteger a las empresas textiles nacionales.Brasil, México y Colombia han optado por la implementación de aranceles para proteger a las empresas textiles nacionales. En Brasil, la carga impositiva para las importaciones es mucho más baja que la de los productores locales, lo que crea una competencia desigual. En México, el gobierno ha implementado un arancel del 35% sobre productos textiles importados, y Colombia también ha adoptado medidas arancelarias para incentivar la producción local. Sin embargo, en Argentina, el presidente Javier Milei ha optado por reducir los aranceles a la importación, buscando fomentar la competitividad de los productos importados.
Shein implementó un modelo de negocio flexible de producción "on demand", es decir, produce solo lo que se vende en la plataforma y aprovecha el uso de datos para adaptarse a las demandas locales. Este enfoque le permite reducir los inventarios y mejorar los márgenes de ganancia al eliminar el desperdicio de productos no vendidos. Además, al gestionar sus envíos directamente desde las fábricas, la empresa reduce los costos logísticos, lo que le permite ofrecer precios más bajos a los consumidores. A pesar de los retos en cuanto a infraestructura y regulaciones comerciales, Bloomberg informó que Shein sigue evaluando alianzas en la región y ve oportunidades en la optimización de tiempos de entrega y la creación de empleo local.
Mientras que otros países latinoamericanos están implementando aranceles para proteger sus industrias textiles, Argentina siguió un camino diferente. El gobierno de Milei redujo los impuestos a la importación de ropa, calzado y hilados, lo que generó una fuerte controversia dentro del sector textil local. Muchos empresarios y asociaciones de la industria argumentan que esta medida pondrá en peligro la producción nacional, ya que las plataformas extranjeras, al aprovechar exenciones impositivas y una logística eficiente, pueden ofrecer productos a precios inalcanzables para los fabricantes locales.
El vocero del Kremlin Dmitri Peskov califica de "inadmisibles" las amenazas de sanciones a Rusia que hicieron, entre otros, Emanuel Macron quien advirtió a Putin que si Rusia no demuestra una actitud seria en las negociaciones de paz, la comunidad internacional podría imponer nuevas sanciones.