El sector agroexportador liquidó US$2524 millones en abril, impulsado por la baja de retenciones, el nuevo esquema cambiario y el inicio de la cosecha de soja. En lo que va del año, el ingreso de divisas supera los US$8650 millones.
La agroindustria argentina volvió a registrar un fuerte repunte en sus exportaciones. Según informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), durante el mes de abril ingresaron al país US$2524 millones por ventas al exterior de granos, aceites y harinas proteicas.
El monto representa un aumento del 32% en comparación con abril de 2024 y un 34% más respecto a marzo último. Con estos números, el complejo agroexportador ya acumula ingresos por US$8.658 millones en lo que va de 2025, marcando un crecimiento interanual del 35%.
Desde CIARA-CEC -entidades que representan el 48% del comercio exterior argentino- explicaron que el crecimiento obedece a tres factores clave: la reducción temporal de los derechos de exportación (DEX) dispuesta por el decreto 38/25, el impacto positivo del nuevo régimen cambiario que favorece la competitividad exportadora, y el inicio de la cosecha de soja hacia fines de abril.
"El ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es lo que permite sostener las compras de granos a los productores al mejor precio posible", señalaron desde la entidad. Asimismo, aclararon que no existen demoras en la liquidación de divisas: "La mayor parte se realiza entre 30 y 90 días antes de concretarse la exportación, en función del tipo de producto y del ciclo agrícola".
La agroindustria continúa siendo la principal fuente de divisas para la economía argentina. En 2024, el complejo oleaginoso-cerealero -que incluye harina y aceite de soja, maíz y biodiésel- aportó el 45% del total de exportaciones, según datos del INDEC.
Pese a su peso en la balanza comercial, desde el sector advierten que el crecimiento es moderado y sigue condicionado por la falta de expansión productiva, además de la alta dependencia de factores externos como los precios internacionales, condiciones climáticas, conflictos sindicales o restricciones normativas.
En ese sentido, CIARA-CEC remarcó que las estadísticas interanuales deben interpretarse con cautela: "Hay múltiples variables que afectan el calendario comercial y explican variaciones abruptas en las cifras de un mes a otro".