Distintas cámaras festejaron la quita de los derechos de exportación a 4411 productos industriales y señalaron que la supresión de impuestos debe continuar; sin embargo, que "falta un camino por recorrer"
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la eliminación de los impuestos a la exportación para 4411 productos industriales, una decisión que quintuplica la propuesta inicial negociada con la Unión Industrial Argentina (UIA) y que busca impulsar la competitividad del sector. La medida, que se formalizará mediante un decreto en los próximos días, beneficiará a 3580 empresas, casi el 40% de las exportadoras del país, con un costo fiscal estimado en US$80 millones.
Horas antes del anuncio, el presidente de la UIA, Martín Rappallini, había mencionado una negociación con el Gobierno para eximir de retenciones a unos 1000 productos. Sin embargo, el Ejecutivo fue más allá, abarcando una lista que incluye agropartes, maquinaria agrícola, autopartes, óptica, vidrio, plásticos, metales, cosméticos, insecticidas y preparados farmacéuticos, entre otros. Sectores como hierro, acero, aluminio, petroquímica y automotriz quedarán excluidos de la exención.
En su cuenta de X, Caputo destacó que la medida "dará competitividad a la industria local y fomentará las exportaciones". La Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) celebró la iniciativa como "un paso muy importante", especialmente tras "más de una década de caída de las exportaciones industriales". La CERA subrayó que el sacrificio fiscal es moderado y elimina un impuesto poco común a nivel global, alineándose con argumentos previos de la UIA sobre el bajo impacto macroeconómico y el alto beneficio microeconómico de esta medida.
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) también respaldó el anuncio. Su presidente, Mario Grinman, afirmó que la decisión es "muy positiva", ya que "limitar el intercambio exterior reduce las posibilidades de progreso". Sin embargo, tanto la CERA como la CAC insistieron en la necesidad de profundizar las reformas impositivas. "Falta un camino por recorrer en la eliminación de impuestos y trabas al sector privado", señaló la CERA, mientras Grinman abogó por medidas estructurales para bajar el "costo argentino" y aliviar la presión tributaria.
La UIA, por su parte, había advertido previamente sobre las distorsiones en las cadenas de valor generadas por impuestos municipales, provinciales y nacionales, como Ingresos Brutos y tasas locales. El sector industrial aguarda con expectativa la reforma tributaria que el Gobierno planea presentar en diciembre, en cumplimiento con los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario Internacional.
La medida, que busca revitalizar un sector clave para la economía, marca un avance en la agenda de desgravación fiscal, aunque los empresarios coinciden en que se requieren reformas más profundas para consolidar la competitividad del país en el mercado global.