Economía & Negocios Viento a favor

Señales de recuperación de la economía argentina al cierre de 2024 alientan al Gobierno de Javier Milei

En relación al trimestre previo desestacionalizado, el PBI creció un 1,4%, aunque experimentó una desaceleración respecto al incremento del 4,3% registrado entre julio y septiembre.

Jueves, 20 de Marzo de 2025

La economía evidenció señales de recuperación al cierre de 2024, con un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 2,1% en el cuarto trimestre en comparación con el mismo periodo del año anterior. En relación al trimestre previo desestacionalizado, el PBI creció un 1,4%, aunque experimentó una desaceleración respecto al incremento del 4,3% registrado entre julio y septiembre.

Este crecimiento del 2,1% interanual en el último trimestre de 2024 marcó la primera subida del PBI bajo la administración de Javier Milei, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). En la comparación con el trimestre anterior, el crecimiento fue del 1,4%, una desaceleración frente al 4,3% alcanzado en el tercer trimestre. No obstante, el resultado superó las expectativas del mercado, que preveía un aumento del 1,3%. Por su parte, la tendencia-ciclo mostró una variación positiva del 1,7%.

En cuanto a las previsiones de inflación, el mercado anticipa un aumento del 2,2% en marzo y del 1,9% en abril. Además, los economistas ajustaron a la baja sus pronósticos de inflación para los meses de febrero y marzo.

Desde la óptica de la demanda agregada, la mejora intertrimestral estuvo impulsada por las exportaciones (+7,7%), el consumo privado (+3,2%), el consumo público (+0,8%) y la formación bruta de capital fijo (+11,3%). Dentro de los componentes de la demanda, el mayor incremento se registró en las exportaciones, que crecieron un 27,1% interanual. Entre los sectores, destacaron los aumentos en hoteles y restaurantes (+18,1% i.a.) y en intermediación financiera (+8,4% i.a.), mientras que el sector de la construcción experimentó una caída de -12,4% i.a.

Sin embargo, en términos anuales, la economía registró una contracción del 1,7% en 2024, debido a la caída en el consumo. Esta disminución del PIB fue impulsada por el retroceso del consumo privado (-4,2%), el consumo público (-3,2%) y la formación bruta de capital fijo (-17,4%). En contraste, las exportaciones mostraron un notable crecimiento de 23,2%.


Desde el lado de la oferta, los sectores que experimentaron mayores caídas fueron la construcción (-17,7% i.a.), la industria manufacturera (-9,2% i.a.) y el comercio mayorista, minorista y reparaciones (-7,3% i.a.). Por otro lado, los sectores que mostraron mayores aumentos fueron la agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+31,3% i.a.) y la explotación de minas y canteras (+7,4% i.a.).

En términos de la composición del PBI a precios corrientes, el consumo privado representó el componente más importante de la demanda, con un 68,1% del PBI, seguido por la formación bruta de capital fijo (15,8%), las exportaciones (15,3%) y el consumo público (15,0%).

La recuperación económica se caracteriza por una gran heterogeneidad sectorial. Mientras el sector agropecuario y la energía lideran la dinámica, y algunos sectores como el comercio experimentan un rebote más sólido, actividades clave como la industria y la construcción siguen enfrentando dificultades. El crédito emerge como el principal motor de la economía, aunque otros indicadores muestran comportamientos mixtos. En el consumo, se observa un crecimiento en bienes durables impulsado por el crédito, pero una caída en las ventas de supermercados. La apertura comercial puede beneficiar a ciertos sectores por el mayor acceso a insumos, pero perjudicar a otros por las dificultades competitivas, como ocurre en el sector de la indumentaria. Además, el atraso cambiario genera una pérdida de competitividad generalizada para la producción local.