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Impacto en la F1: las claves sobre Newey, su salida a Ferrari y el futuro de Red Bull

El anuncio se espera para después de Miami y se abre un futuro incierto en la categoría que puede decidir a Max Verstappen a cambiar de aires.

Jueves, 2 de Mayo de 2024

Se dice que Adrian Newey, tras haberse comunicado de forma oficial su salida de Red Bull, tiene tres caminos posibles, McLaren, Aston Martin y Ferrari. Las dos primeras opciones están prácticamente descartadas y la última es la que cobra toda la fuerza. El anuncio parece que llegará después del Gran Premio de Miami de este fin de semana.

Podría ser la próxima semana o la siguiente, con la llegada a Europa en el circuito Enzo y Dino Ferrari de Imola cuando se confirme la noticia de más trascendencia de la última década en el Gran Circo, bastante por delante del fichaje de Lewis Hamilton en impacto global para la categoría.
¿Lo sabía Hamilton al firmar?

No es probable que en Ferrari tuvieran el sí de Newey a finales de 2023, cuando ataron el contrato con el siete veces campeón del mundo. Puede ser que el presidente John Elkann y el jefe de equipo, Fred Vasseur, le hablaran de una gran ofensiva para hacerse con sus servicios, pero sin garantías completas.

La salida de Newey se ha ido fraguando desde enero, con la investigación interna en Red Bull sobre Christian Horner, la exoneración, la amenaza de los Verstappen de marcharse con Helmut Marko y un proceso que sigue en los tribunales por el "affair" de Horner con una empleada del equipo, apartada luego de su puesto de trabajo. Se decía en la prensa inglesa que el ingeniero, de 65 años, estaba ligado a Horner en su futuro, pero ahora se demuestra que ha querido salir de ese ambiente tóxico en cuanto ha podido.

Todo se ha definido en los últimos dos meses y, según la "La Gazzetta dello Sport", los flecos finales se han pulido en una reunión en Londres entre Vasseur y el propio Newey, que tuvo lugar la semana pasada. Se habla de una cantidad cercana a los 100 millones de euros anuales, lo que cobrará el gran genio de la aerodinámica, el doble aproximadamente que los pilotos mejor pagados, Verstappen y Lewis en 2025.
¿Cuando empezaría a trabajar en Maranello?

El "gardening", o periodo en el dique seco que se le exige a los ingenieros que cambian de equipo en la F1, no es fijo y oscila entre los seis meses y un año, según la importancia del puesto en cuestión. En el comunicado de Red Bull se habla de que quedará definitivamente desligado de Red Bull "en el primer trimestre de 2025", por lo que en abril del próximo año se le podría ver ya con el escudo del "cavallino" en el pecho.
¿Tendrá su llegada un efecto inmediato?

No en el coche de 2025, pero sí en el de 2026, con el gran cambio de reglamento de la FIA, que incluye un nuevo chasis, una menor longitud y peso, además de nuevas partes móviles en los alerones delanteros y traseros del coche. Eso sin contar con un motor que tendrá 450CV procedentes de las baterías, por los 180 actuales. Es casi una página en blanco para un maestro como Newey.

En la aerodinámica no se podrá trabajar hasta el 1 de enero de 2025, tres meses antes de la llegada de Newey a Ferrari, por lo que estará presente en los pasos más importantes del nuevo monoplaza. Podría ser el momento de que la Scuderia tenga el mejor coche de la parrilla, cosa que no sucede desde casi 2004, con el último título de Michael Schumacher, cuando él y Barrichello se repartían casi todos los triunfos de cada temporada.
¿Red Bull caerá en el ostracismo?

No de forma inmediata, pues en 2025 seguirá siendo el mejor coche, viviendo de la inercia del RB20 que deja el ingeniero británico. El próximo coche no diferirá demasiado del concepto del actual, ni para los de Milton Keynes, ni para los demás. Es muy probable que sea el gran favorito para ganar el próximo Mundial y eso es lo que Max Verstappen debería decidir ahora, si salir ya el año que viene o si se espera hasta el 26 para ir a Mercedes.

Se dice también el el "paddock" que en los últimos tiempos ha sido Pierre Waché, el número dos de Newey, el que realizaba todo el trabajo importante en los RB recientemente ganadores y que el director sólo aportaba algunas soluciones de calidad para optimizarlos. En un par de años puede verse el efecto.

Lo que es innegable es que el equipo de bandera austriaca y sede británica se enfrenta a una encrucijada de dimensiones incalculables, teniendo que fabricar su propio motor para 2026 y un chasis desde cero sin su gran genio del diseño de automóviles de competición... Y quizá sin Max Verstappen a los mandos.