Con mención a Juan Román Riquelme y a Marcelo Gallardo, un reconocido diario criticó sin piedad el desempeño de los equipos argentinos que fueron eliminados en la fase de grupos del torneo.
Boca Juniors y River Plate quedaron eliminados en la fase de grupos del Mundial de Clubes que se disputa en Estados Unidos, y las repercusiones no tardaron en llegar. La prensa internacional fue lapidaria con el rendimiento de los dos gigantes argentinos, resaltando la pasión de sus hinchas, pero cuestionando con dureza su presente futbolístico.
En un artículo publicado por el periodista Jack Lang en The Athletic, reproducido por el New York Times, el título no dejó lugar a dudas: "Adiós Argentina. El Mundial de Clubes extrañará a tu afición, pero no a tu fútbol".
El texto comienza haciendo referencia al incidente protagonizado por Marcos Acuña, quien fue expulsado en el partido que decretó la eliminación de River, y lo toma como símbolo del pobre desempeño de los equipos argentinos.
"¿Hermoso? ¿Maravilloso? No tanto. Esto fue horrible, indigno. Fue el resumen de este Mundial de Clubes, no solo para River, sino para el contingente argentino en general", afirma Lang, quien elogia el fervor de los hinchas pero no oculta su decepción por lo mostrado en el campo de juego.
El artículo también dedica espacio al presidente de Boca, Juan Román Riquelme, y califica su decisión de reincorporar a Miguel Ángel Russo como entrenador como "un acto de nostalgia y populismo descarado", cuestionando el proyecto deportivo del club en vísperas del torneo.
En el caso de River Plate, la crítica se centra en el entrenador Marcelo Gallardo, en su segundo ciclo al frente del equipo. El periodista se pregunta: "¿Aún tiene el hambre de gloria?"
Señala, además, problemas de disciplina interna, ya que el equipo llegó a la última fecha de la fase de grupos con todo su mediocampo suspendido. También apunta a la floja actuación del juvenil Franco Mastantuono, recientemente transferido al Real Madrid, como ejemplo de la falta de solidez colectiva e individual.
Otro de los ejes del artículo es la diferencia económica entre los clubes argentinos y brasileños, y la consiguiente pérdida de competitividad internacional.Según el análisis, los ingresos de Boca y River en materia de patrocinios y marketing están muy por debajo de los grandes clubes brasileños, lo que impide retener talento y competir en igualdad de condiciones.
En su párrafo final, Lang cierra con una sentencia contundente:"Boca y River tienen una afición colosal, pero han contribuido a ensanchar la brecha entre el fútbol sudamericano y el europeo. A pesar del estruendo y la furia en las gradas, han convertido esa diferencia en un abismo."