Hay que agradecerle a Imola, esta ciudad del norte de Italia por el clima que le regaló a todos los que se involucraron en esta semana de la Fórmula 1. Sol, temperaturas agradables, calor aunque no sofocante, sobre todo el domingo, el día de la carrera en Imola por la séptima fecha del campeonato.

Pero más que esa sensación de bienestar quedó la que más les importa a los fierreros y argentinos en general, quienes desde el anuncio de Alpine sobre Franco Colapinto manejando uno de los dos autos, andaban mirando el vaso medio lleno pero con la otra parte escondida en el bolso de Jack Doohan, a quien el argentino reemplazó y lo mandó al banco de suplentes en un enroque automovilístico.

Luego de este fin de semana quedó, si no la confirmación porque nadie vio un papel firmado, la comprobación en las palabras que Colapinto no solo superará aquel lapso de las cinco carreras de prueba que anunciaba el comunicado de bienvenida al equipo como piloto titular, sino que, de no ocurrir un inconveniente y sus prestaciones son las esperadas, seguirá al mando del Alpine #43 en el 2026. Sí, como venimos publicando, debería haber Colapinto para rato.

Por qué Franco Colapinto será el piloto de Alpine incluso en el 2026

Cuando se confirmó aquel adelanto de Olé el 9 de enero y se publicó que Franco pasaba de Williams a Alpine, una de sus representantes, María Catarineu, contó que el vínculo era multianual por cinco años. O sea, que el bonaerense será empleado de la escudería francesa hasta fin del 2029 según los papeles.

Con Doohan ya confirmado, Colapinto calentó el banco hasta este debut en Imola, con choque incluido en la qualy del sábado, un 15° puesto de partida que pasó a 16° por una penalidad y el mismo 16° lugar de finalización de la carrera. Correcto por cómo había empezado.

En un circuito de difícil sobrepasos, con un auto que empuja poco y el objetivo de llevarlo sano a boxes, fue aceptable la carrera del argentino. Este es el piso. Por Sergio Stuart.

Sin embargo, lo más trascendente es lo que ocurrió fuera de la pista, con triple confirmación de que Fran seguirá por largo rato en el volante (salvo que, como indica la lógica, ande muy mal sobre el auto, pero eso es lo que les cabe a todos los pilotos en cualquier categoría).

Primero, Jamie Campbell-Walker, el jueves en el paddock, le dijo a Olé que no había cuestión económico-financiera ni algún tipo de cláusula que refiriera a esas famosas cinco carreras.

El pilarense deberá prestar atención a estos aspectos clave.

Luego, y aquí ya el cielo se despejaba como en el mismo día, Flavio Briatore declaraba en Sky TV. "Franco hará las carreras que tiene que hacer. He leído que tendrá cinco carreras disponibles pero no, no hay límite para sus carreras. Tiene que ir fuerte, no chocar y hacer puntos. Solo le pido estas tres cosas, no le pido diez. Si le hace bien, conducirá para siempre".

El jefe del equipo desmintiendo lo que había anunciado el mismo equipo sonó hasta cómico, pero viniendo del hombre fuerte en el box de Alpine, resultó fuerte.

Finalmente, Colapinto dejó una frase que en principio pasó inadvertida pero terminó siendo la tercera confirmación. Cuando en zona mixta el domingo respondía las preguntas de los cronistas argentinos, refiriéndose a las flojas prestaciones del motor del Alpine, se le escurrió: "No es lo ideal pero seguramente que el año que viene, con los cambios, podemos hacer un poquito más".

Hoy, que la efervescencia todavía pasa porque finalmente Colapinto pudo manejar de nuevo un auto de Fórmula 1, hay que correr el foco y pensar en qué ocurría unas semanas atrás. De no tener a nadie en la parrilla a un "cinco carreras", el fin de semana de Bologna dejó la noticia más esperada. Justo lo que necesita Colapinto: saber que tiene tiempo para aprender y sacarle el jugo al auto. Hasta quizá este sea un año de transición para explotar en el próximo. A ese lado apuntan todos. A Colapinto 2026.

Nos vemos en Mónaco.

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