El pontífice, quien es un reconocido aficionado del tenis, recibió al italiano número 1 del mundo en la Santa Sede. En la cita, bromearon y conversaron por un rato.
El pontífice, quien es un reconocido aficionado del tenis, recibió al italiano número 1 del mundo en la Santa Sede. En la cita, bromearon y conversaron por un rato.
En la instancia también estuvieron presentes los padres de Sinner, Hanspeter y Siglinde, y el presidente de la Federación Italiana de Tenis y Pádel (FITP), Angelo Binaghi, quien le dio al papa un carnet de miembro honorario.
El italiano, además, le regaló a León XIV dos ejemplares de raqueta, una negra y una blanca.
En ese momento, el papa respondió bromeando: "Me dejarían jugar en Wimbledon".
Hace tan solo un par de días, el nuevo pontífice había nombrado a Sinner en una conferencia ante la prensa. En esa oportunidad, un periodista le dijo que le llevaría a Aggasi, a lo que respondió: "Buena idea, siempre y cuando no traigas a Sinner".
Hace algunos años, cuando fue nombrado cardenal, otorgó una entrevista en la que declaró su fanatismo por el tenis. "Me considero un aficionado", manifestó.
De todos modos, después que dejó Perú, donde se desempeñó como misionero por cerca de 20 años, comentó, según recoge Vatican News: "He tenido pocas oportunidades de jugar al tenis, así que estoy deseando volver a la cancha. Aunque mi nuevo trabajo no me ha dejado mucho tiempo libre para ello, hasta ahora".
También en sus tiempos de cardenal, de vez en cuando jugaba los domingos en la cancha de tenis del Instituto Patrístico Augustinianum, cerca del Vaticano.
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