Franco Colapinto heredó la pasión por el automovilismo de su padre Aníbal, que también fue piloto y compitió en autos y motos. Colapinto padre llegó al Turismo Nacional, una de las cuatro categorías de pista más importantes de la Argentina. En el segundo lustro de los años noventa compitió con un Volkswagen Gacel de la Clase 2, que llevaba el número 43, el mismo que su hijo utiliza hoy en su Williams FW 46 y que lo empleó desde sus comienzos en el karting a modo de homenaje, en tiempos en los que soñó con correr algún día en la Fórmula 1.

Una vez que Aníbal se retiró como piloto, adquirió uno de los equipos más emblemáticos del mundo del Turismo Carretera, el JC Competición, fundado por Eduardo Nicieza en los años ochenta y donde corrieron, entre otros, los recordados Osvaldo Morresi y Roberto Urretavizcaya. Aníbal lo compró para atender un Chevrolet en el TC Pista y en esa época el pequeño Franco lo acompañó a los autódromos. El flechazo fue inmediato y aquel niño no lo dudó un instante cuando recibió de regalo su primer karting.

Los fines de semana en las carreras de TC y TC Pista marcaron a fuego a Franco, quien, pese al frío, calor, lluvia o cualquier condición climática, disfrutó a pleno de poder vivir el ambiente del TC con la multitud que atrae y la fiesta popular de ver en ese momento a cuatro hinchadas convivir en paz al ritmo de los motores 6 cilindros.

Colapinto hijo se hizo hincha de Chevrolet, que era el auto que tenía el equipo de su padre, que entre otros lo corrió Lucas Benamo, coach del actual corredor de Williams. El cariño hacia Chevrolet también lo hizo emular a Juan Manuel Fangio, quien se consagró en el TC en 1940 y 1941 con cupecitas de la marca del Moño Dorado. El Chueco estuvo ligado históricamente al Chivo y antes de irse a Europa tuvo una gran rivalidad con los hermanos Oscar y Juan Gálvez, emblemas de Ford.

De esos primeros tiempos en un autódromo, en una entrevista con Infobae en 2023 reveló que "fue a los 12 o 13 años. Al principio quería correr en el TC porque mi viejo tenía un equipo en la categoría y yo viajaba a ver las carreras. Estaba siempre con los mecánicos y estaba en el taller. Me gustaban mucho esos autos de turismo".

Aunque explicó cuál fue el quiebre para decidirse por la F1: "Pero después cuando empecé a correr en karting me di cuenta de lo profesional que era Europa y el nivel que había. Me quedé un poco en shock y cuando gané los campeonatos argentinos de karting decidí que quería ir a un lugar más profesional y para poder seguir creciendo. Fue por ese momento cuando decidí venir a Europa y por suerte se fue dando esa escalera y ese trayecto. Fue muy gratificante cuando ves que año a año las cosas se van dando".

En cuanto al número 43, su padre, Aníbal, también le contó a este medio cómo surgió la historia. "Compré un VW Gacel del TN y también corrí con un Gol un par de carreras. Cuando compro el Gacel lo vamos a buscar a Daireaux. Lo cargamos en un tráiler y nos fuimos a Buenos Aires para llevarlo al taller", recordó.

"Varios años más tarde tuve la posibilidad de comprar el equipo JC, que es el equipo más antiguo del TC y que era de Julio Nicieza que antes era Supertap. Lo armamos con socios míos. En el TC Pista tuvimos varios pilotos, entre ellos Lucas Benamo. Franco venía de chiquito y cuando él se instaló en Europa me dediqué a acompañarlo", resume.

Desde 2014, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y Formula One Management (FOM) acordaron que los pilotos podían elegir un número fijo que los represente como pasa en el MotoGP, donde el 46 de Valentino Rossi es un ícono del deporte motor. Esto apuntó a personalizar cada vez más a los protagonistas y dejar de darle la prioridad numérica a las escuderías, cuyo orden histórico se armó según su ubicación en el Campeonato Mundial de Conductores de la temporada anterior, lo que permitía que, por ejemplo, si el campeón se cambiaba de equipo, se llevaba el número "1? al nuevo team.

El 44 de Lewis Hamilton, el 16 de Charles Leclerc, el 4 de Lando Norris, el 14 de Fernando Alonso, el 11 de Sergio Checo Pérez, el 77 de Valtteri Bottas, el 63 de George Russell, el 27 de Nico Hulkenberg o el 33 de Max Verstappen, pese a que desde 2022 usa el emblemático "1?, son algunos de los números que vienen marcando a las máximas figuras desde hace varias temporadas. Desde este año, el 43 identifica a Franco Colapinto y se convirtió en una referencia para los argentinos.

Por caso, con el anuncio de Williams con la venta de merchandising dedicado especialmente al corredor bonaerense de 21 años, el 43 y su nombre se convirtieron en un impulso comercial y de marketing para la escudería inglesa ya que miles de fanáticos quisieron adquirir los productos de Colapinto, ya sea de Argentina como de otros países. El de Pilar se convirtió en un imán para los seguidores de la Máxima y también para los medios por la explosión que tiene en las redes sociales, donde por caso en los primeros 30 días fue el corredor con mayor menciones en X de todos los que corren en la Máxima.

Sin imaginarlo hace casi tres décadas, Aníbal Colapinto logró que de alguna manera aquel legendario Volkswagen Gacel del TN haya llegado a la F1. En tanto que Franco por ahora no tiene lugar como titular en la próxima temporada. Lo reemplazará el español Carlos Sainz en Williams, quien será el compañero de equipo de Alex Albon. Aunque lo demostrado por el argentino en sus primeras tres carreras lo avalan para poder mantenerse en el staff regular y que el 43 siga estando en alguno de los 20 autos de la Máxima en 2025.

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