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"La Casa de los Horrores": el caso británico que anticipó el crimen de Coghlan

Dos décadas de asesinatos y cuerpos enterrados en un jardín en Gloucester, Inglaterra, revelan un patrón que recuerda al reciente hallazgo en la Ciudad de Buenos Aires. En ambos casos: escenas en barrios tranquilos, restos ocultos durante años y un gran revuelo mediático.

Miercoles, 20 de Agosto de 2025
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En 1994, la calma del barrio de Gloucester, en el suroeste de Inglaterra, se rompió con el ruido seco de las palas golpeando contra algo que no era tierra. La policía británica excavaba el jardín de la casa número 25 de Cromwell Street siguiendo la pista de una joven desaparecida.

Lo que encontraron fue mucho más que un cuerpo: bajo ese pasto verde y prolijo, y tras esas paredes pintadas de blanco, Fred y Rose West habían ocultado durante años un cementerio privado en su propia casa.Una a una fueron apareciendo las víctimas; entre ellas la hija del matrimonio, Heather West.

Casi 30 años después y a 11.000 kilómetros de distancia, otro barrio residencial -esta vez en Buenos Aires- empezó a vivir, aunque con obvias salvedades, una historia similar. En Coghlan, una zona de casas bajas y veredas arboladas, los obreros que trabajaban en la construcción de un edificio se estremecieron: entre la tierra removida encontraron restos humanos.

Se trataba de Diego Fernández Lima, desaparecido en 1984. Su hallazgo puso fin a más de cuatro décadas de búsqueda y conmocionó a la opinión pública, generando un revuelo mediático comparable al que en su momento provocaron los crímenes de los West en Gran Bretaña.

Los paralelismos entre ambos casos, el de Coghlan y aquel de Gloucester, son inquietantes. En primer lugar, los cuerpos estuvieron enterrados en el jardín de casas aparentemente normales. En las dos viviendas se colgaba ropa al sol, se compartían mate o tazas de té, y se intercambiaban saludos con los vecinos.

Asimismo, los hechos permanecieron sin resolverse durante años -cuatro décadas en el caso de Coghlan y casi dos décadas en Gloucester- hasta que la investigación policial y las denuncias familiares obligaron a la Justicia a actuar.

Las similitudes son tan inquietantes como las diferencias. Fred y Rose West actuaron como una pareja criminal en serie, con un método repetido y un pacto de silencio que se extendió durante años.

La investigación permitió desenterrar cuerpos en el sótano y el jardín, y demostró que la violencia había ocurrido durante casi veinte años. Desde ese momento, la vivienda de Gloucester se conoce popularmente como "La Casa de los Horrores". Finalmente, Fred se suicidó en prisión en 1995 y Rose fue condenada a cadena perpetua.

En Coghlan, la historia de Diego Fernández Lima plantea preguntas similares: ¿cuántos años permaneció oculto su cuerpo? ¿Cómo pudo pasar inadvertido durante tanto tiempo?