Empresarios del sector industrial argentino ratificaron en las últimas horas su apoyo hacia la administración de Javier Milei, pero empezaron a marcar algunas preocupaciones que existen dentro del rubro, atravesado por la recesión.

Un reporte de la Unión Industrial Argentina (UIA) difundido recientemente señaló que en febrero la actividad del segmento registró una caída de 6,8% en la comparación anual y una leve suba mensual de 0,7%, sin estacionalidad, por la baja base de comparación. Se trata del noveno mes de caída interanual consecutiva, y en }el primer bimestre de 2024 la merma acumulada fue de 8,3%.

El reporte de la UIA aseguró que “el sector industrial enfrenta ciertas dificultades en el marco de la suba de costos (energía, insumos importados) y la disminución en los niveles de demanda, tanto de los hogares como de otras industrias y de la construcción”.

La industria, atravesada por la recesión

En ese contexto, los datos preliminares de marzo “reflejan una mayor caída por parte de la industria”. “De acuerdo con cálculos preliminares, en marzo hubo una baja mensual de magnitud y se estima que se aceleró la contracción interanual”, puntualizó el trabajo.

“Es evidente que la recesión llegó a la industria”, sostuvo en declaraciones a CNN Radio Daniel Funes de Rioja, presidente de la entidad, al tiempo que estimó que “en la industria hasta marzo hay una caída de alrededor de 5.000 puestos de trabajo permanentes”.

“Si este es el camino, tengan en cuenta la microeconomía para tomar medidas complementarias que hemos sugerido, que hemos planteado al Gobierno y también a los legisladores que se quisieron reunir con nosotros”, indicó el industrial.

Los industriales y la Ley de Bases

El titular de la UIA pidió al equipo económico evaluar “cómo se completan las reformas estructurales y se posibilita, al mismo tiempo, el menor deterioro del aparato productivo posible”.

“El sector público y privado tienen roles a jugar”, destacó y aseguró que el proyecto de la Ley de Bases que ya tuvo media sanción “es un camino a seguir”.

De esa manera, afirmó: “Hay verdadera vocación de volver a crecer”, aunque no se mostró conforme con el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) incluido en el proyecto, ya que beneficia con exenciones a grandes empresas pero generó críticas por parte de pymes que adviertieron sobre posible competencia desleal.

Pese a ello, consideró que el programa de reformas se trató de “un primer paso para la modernización laboral y para que Argentina esté en condiciones de generar empleo formal”.

En la última reunión de su junta directiva, la UIA manifestó su “seria preocupación por la caída de la actividad y su impacto, principalmente en las pequeñas y medianas industrias”.

“Los representantes también señalaron la urgente necesidad de implementar políticas que permitan sostener la demanda”, indicó el comunicado de la entidad. En ese sentido, Funes de Rioja analizó que, por ejemplo, es necesario impulsar el crédito.

Por su parte, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) consideró que “los generosos beneficios fiscales y normativos establecidos no están acompañados de obligaciones por parte de los beneficiarios que generen derrames sobre el sistema productivo en su conjunto, atentando también sobre la sostenibilidad macroeconómica del país”.