Directa o indirectamente, el dirigente social administró la Secretaría de Integración Socio Urbana. También recibió transferencias discrecionales de parte del Ejecutivo.
Como anticipamos en Mnews, el gobierno buscará investigar a Juan Grabios por malversación de fondos públicos, Ahora, la polémica en torno a la eliminación del fondo fiduciario que administraron funcionarios que reportaban a Juan Grabois se activó después de una nota del diario Clarín que reveló que el denominado FISU había registrado erogaciones por $ 130 millones sólo en viáticos y comisiones durante el año pasado.
Pero dicha cifra sólo representa una parte mínima de lo que manejó el dirigente afín al kirchnerismo durante los cuatro años de gestión de Alberto Fernandez, de forma directa, por intermedio de la Secretará de Integración Socio Urana, o indirecta, con transferencias discrecionales a cooperativas que su organización, la CTEP, controla.
En total, medido a dólar oficial promedio en los períodos de 2020, 2021, 2022 y 2023, Grabois manejó directa o indirectamente US$ 244 millones. Los datos fueron dados a conocer por el medio Clarín y surgen del sitio Presupuesto Abierto, dependiente del Ministerio de Economía, y de fuentes del área social, que reportan cómo fueron los giros que se hicieron a través de partidas por fuera del presupuesto.
¿Qué fue la secretaría de Integración Socio Urbana? Fue una secretaría ubicada dentro del extinto Ministerio de Desarrollo Social y que durante la poco feliz presidencia de Alberto Fernandez estuvo a cargo de Ramona Fernanda Miño, una dirigente social surgida de la villa La Cava, en San Isidro, que responde políticamente a Grabois.
La SISU contaba con el tercer presupuesto en relevancia dentro del ministerio que condujeron Daniel Arroyo, Juan Zabaleta y Victoria Tolosa Paz, respectivamente. Y sus fondos fueron creciendo de manera vertiginosa, por encima de las previsiones inflacionarias.
En 2020 tuvo recursos por $ 226 millones, que tomado a un dólar promedio de $ 70,59 según el Banco Nación, representaban US$ 3,2 millones. En 2021, año electoral, la cifra subió espectacularmente: a un dólar de $ 95,15, se le transfirieron $ 2.763 millones, que significaban US$ 29 millones.
En 2022, la cifra volvió a subir exponencialmente: a un dólar promedio de $ 131,89, se le giraron $ 11.258 millones, es decir, más de US$ 85,3 millones. En 2023, en tanto, a un dólar promedio de $ 295,2, se transfirieron al SISU $ 35.196 millones, que equivalieron a US$ 119,2 millones. El acumulado trepa hasta US$ 236,7 millones.
A estos hay que sumarle los recursos que manejó Grabois o gente de su confianza. Es que durante la gestión de Fernández un gran número de cooperativas recibió fondos de manera discrecionales. La mayoría reportaban a afiliaciones políticas puntuales y, en el caso del dirigente de la CTEP, una bajo su órbita fue la que más dinero recibió.
Sólo por citar un ejemplo, la Asociación Civil El Amanecer de los Cartoneros, que solamente en el primer semestre de 2023 recibió $ 218.752.697, o US$ 1.032.272.