El ministro de Economía, Sergio Massa, llegó a un palco de la Cámara de Diputados poco antes de la votación del proyecto de eliminación del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores en relación de dependencia.

Desde temprano este martes, los sindicalistas habían organizado una marcha de apoyo frente al Congreso, para presionar por la aprobación de la media sanción de los cambios en Ganancias.

Pero también, como otro gesto en pos de la candidatura de Massa, el mentor de la propuesta, enmarcada en un Plan Platita que en el recinto el libertario Javier Milei llamó "desesperado", pese a acompañarlo.

Los gremios ya habían llevado a Massa a la Plaza de Mayo el pasado lunes 11 para darle el marco de que el anuncio de la modificación impositiva tuviera la liturgia peronista de un acto de campaña.

La tarjeta roja de Baldassi "a los sindicalistas" del balcón

La secuencia gestual de Pablo Moyano ocurrió luego de que el diputado cordobés del PRO Héctor Baldassi, que antes de dedicarse a la política se hizo conocido como árbitro de fútbol, sacó una tarjeta roja dirigiéndola "a los sindicalistas" que estaban en el palco.

Eso sucedió cuando, tras una serie de chicanas con tono futbolístico entre los diputados en plena sesión, el sanjuanino José Luis Gioja, que presidía la Cámara en ese momento, le dio la palabra a Baldassi.

"Hablando de fútbol, tiene la palabra el diputado Héctor Baldassi", dijo Gioja, y en medio de risas, el sanjuanino le aclaró: "Sin silbatos". A lo que Baldassi respondió: "Sí, sin silbatos pero podemos sacar la tarjeta, que hay varios acá arriba para sacarle la tarjeta". Acto seguido, mostró la roja para los sindicalistas de las gradas, entre ellos, Roberto Baradel, y los gremialistas que estaban en el palco que ocuparía Massa.

Antes de eso, el diputado Fernando Iglesias, también del PRO, había tomado la palabra y acusado, fiel a su estilo, a los sindicalistas que estaban en el recinto de ser una "casta", al tiempo que también los criticó por no haber mostrado su enojo por "los ajustes" que llevó a cabo el actual gobierno.

Minutos después, Germán Martínez, presidente del bloque del Frente de Todos, leyó un artículo del reglamento y advirtió que los diputados no deben agredir, insultar ni interrumpir. Sin nombrarlo, sus palabras estuvieron dirigidas a Iglesias.

El reto despertó la reacción opositora y todo estalló cuando el que tomó la palabra fue Juan Manuel López, desde el bloque de la Coalición Cívica. El alfil más filoso de Elisa Carrió acusó a Martínez de ser "un catador de discursos" por dejar a Milei decirles "casta" a los de Juntos por el Cambio, pero no a ellos, referirse de esa forma a los sindicalistas.

A los gritos López dijo: "Acá hay inmunidad de opinión, inmunidad de discurso y libertad de expresión. Bánquensela". El debate siguió encendido, con la oposición en el recintos y la cúpula de la CGT en las gradas. Llegó luego Massa. Y el fuck you de Moyano, que quedó para la historia en una foto.

Ganancias: la trama del apoyo de Milei al proyecto de Massa

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Revolución Radical, los tres libertarios y los cuatro del Frente de Izquierda ayudaron para conseguir el quórum.