Ante un contexto económico desafiante y una disminución en la capacidad financiera de las empresas, se espera que las autoridades tributarias adopten medidas más flexibles y comprensivas.
Las empresas de todo el país están pasando por uno de los peores momentos financieros de la historia y Mendoza no es la excepción. En la provincia no se contempla ni la mas mínima situación, ante este presente desolador que viven los contribuyentes y se los ataca a aquellos que presentan algun tipo de demora en el pago de impuestos.
De esta manera, el ministerio de Hacienda hace odios sordos a cientos de reclamos. Cada día crece más el malestar de los consumidores por aprietes, notificaciones, por qué manda a embargar inmuebles sin importar en la crisis en que esta inmersa la sociedad toda.
Hasta, los profesionales se agolpan y reclaman, pero nadie los escucha.
En medio de esta crisis y las dificultades financieras que atraviesa el sector privado, los contribuyentes se quejan de la falta de empatía por parte de los organismos recaudadores. Especialmente, la agencia tributaria de la provincia ha adoptado una actitud voraz contra las diferentes empresas, llevando a cabo intimidaciones y persecuciones.
Bajo esta premisa, los recaudadores están impulsando un plan implacable para amedrentar a las empresas que se encuentran en un período de inestabilidad y con escaso margen de maniobra en nuestra provincia.
Los contribuyentes afectados argumentan que, en lugar de brindar apoyo y comprensión durante estos tiempos difíciles, el ente recaudador ha optado por una postura agresiva. Esta situación genera un clima de incertidumbre y malestar entre los empresarios y profesionales que se esfuerzan por mantener sus actividades en funcionamiento.
Ante un contexto económico desafiante y una disminución en la capacidad financiera de las empresas, se espera que las autoridades tributarias adopten medidas más flexibles y comprensivas. El diálogo y la colaboración entre el sector privado y los entes recaudadores son fundamentales para lograr una recuperación económica sostenible y equitativa.
En lugar de intensificar las presiones sobre los contribuyentes, sería deseable que la agencia tributaria busque alternativas que promuevan la regularización de la situación fiscal, brindando planes de pago accesibles y otorgando asesoramiento para superar los desafíos económicos actuales.
Es necesario que las autoridades tributarias reconsideren su enfoque y trabajen en conjunto con el sector privado para encontrar soluciones que alivien la carga financiera y permitan a las empresas superar estos tiempos difíciles. La empatía y la comprensión son valores fundamentales que deben prevalecer en la relación entre los organismos recaudadores y los contribuyentes, especialmente en momentos de crisis económica y financiera.