Ni con el debut del dólar soja III el BCRA pudo detener la sangría de reservas, que ya suma 23 ruedas consecutivas en rojo.
La versión 3.0 del dólar soja, lanzada por el Gobierno tras comprobar que el Banco Central (BCRA) se había vuelto a quedar sin reservas, tuvo el mismo debut que en uno de los dos capítulos anteriores: no se registraron operaciones por la denominada “CAM 9” del Mercado Abierto Electrónico (MAE), el canal abierto para recibir las ofertas de venta al tipo de cambio especial de $300.
En esa coincidencia “general” hay una diferencia “particular” importante: así como en la primera rueda del dólar soja el BCRA debió aportar al mercado otros US$9 millones de sus reservas al mercado y en la versión II esa venta creció hasta los US$29 millones (aunque en ella al menos llegaron a cursarse por le Cam 9 ventas por unos US$ 292 millones); en la que se inicia formalmente hoy (III) la entidad debió aportar otros US$99 millones, cifra que supone el 34,2% de los US$2829,4 millones operados en la jornada.
El resultado, más decepcionante y de manera creciente en relación a los precedentes, se explica por los compromisos diferidos que el ente monetario había asumido tras la puesta en marcha del Sistema de Importaciones de la Republica Argentina (SIRA), el mecanismo por medio del cual la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en conjunto con la Secretaría de Comercio dependiente del Ministerio de Economía y el BCRA intentaron desde octubre del año pasado “cuidar las reservas internacionales” y “brindar previsibilidad y trazabilidad en las importaciones”. Porque en las anteriores versiones del dólar soja, había menos pagos a importadores “postergados” o “reprogramados” que ahora.
El jefe de Gobierno recibirá al candidato de Mauricio Macri. Aún no definió a quién apoyará como sucesor. Duras críticas del partido a la decisión de diferenciar los sistemas de votación el día de la presidencial.
Lo inquietante es que, con la nueva y gravosa venta, el BCRA ya sacrificó unos US$518 millones de sus menguantes reservas netas, cifra que a la vez eleva a US$3500 millones el nivel de pérdida en lo que va del año y confirma que el presente es el peor arranque de año desde que existe el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) -recreado a mediados de 2002 y que tiene hoy muy poco de libre y de único- para tratar de controlar la demanda.
En el BCRA y el Gobierno en general sostienen que la ausencia de operaciones por la “CAM 9? deriva de las dificultades que la entidades que deben cursar esos negocios volvieron a enfrentar para ajustar sus sistemas.
La explicación tiene lógica si se observa que el Gobierno recién hoy publicó el decreto 194 que oficializa el tipo de cambio diferencial y con numerosas imprecisiones en relación al que seguirá vigente para productos de economías regionales en los próximos meses. “Tuvieron todo el fin de semana largo pero lo concreto es que la norma -que clarifica menos de lo que se esperaba- se conoció esta mañana”, explicó un experimentado agente de mercado. Y, a la vez, desnuda la gimnasia que el Gobierno tiene para hacer anuncios y, a su vez, el grado de pereza con que se mueve para que sean realidad.
Por lo pronto, lo que queda claro es entonces que habrá que esperar otra jornada para ver si el BCRA logra poner fin a la muy preocupante racha vendedora de reservas que se encuentra transitando, la tercera en extensión más larga pero la segunda en pérdida de reservas más importante y a la vez más gravosa, porque a ella ingresó con una menor tenencia total que en las anteriores veces. Hoy, esa serie en rojo tuvo su vigesimotercer capítulo consecutivo.
Todo fue al cabo de una jornada en la que el ente monetario que comanda Miguel Pesce validó un ajuste de $2,17 para el dólar mayorista luego del fin de semana XXL, lo que implica que cerró a $212,99/213,39 por unidad para compra y venta respectivamente (+1,05%), lo que recortó del 42 al 40,581% el porcentual de beneficio que recibirìan los exportadores sojeros que liquiden.
De este modo, el peso oficialmente se devalúa ya 2,13% frente al dólar estadounidense en lo que va del mes y 20,5% en el año.
Empero, vale consignar al respecto que la nueva versión tiene por novedad que los pesos que reciban por esas ventas estos vendedores se acreditarán en cuentas dolar-linked (es decir, que ajustan los pesos por la variación que registre el dólar “A” 3500 o de referencia del BCRA desde el día después de su acreditación) e incluso se habilitó que- en el caso de que los beneficiarios estés registrados como personas humanas- “podrán usar esa liquidez para hacer dólar MEP”, explicaron desde el BCRA.