El sector ligado a Cristina Kirchner se las ingeniará para sacarle jugo a la mesa política y pondrá en discusión uno de los temas claves: la renegociación de la deuda con el FMI.
El kirchnerismo quiere usar la mesa política para presionar a Alberto Fernández con la revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. No sólo buscará debatir sobre lo electoral sino que quiere meter la cuchara y reencauzar la gestión para no perder las elecciones.
El sector ligado a Cristina Kirchner se las ingeniará para sacarle jugo a la mesa política y pondrá en discusión uno de los temas claves que llevaron a cuestionar la continuidad del Frente de Todos: la renegociación de la deuda con el FMI.
Un sector del FDT en el Congreso votó en contra porque consideró que el programa negociado con el organismo implicaba un ajuste para los sectores más vulnerables. El grupo de legisladores que rechazó el acuerdo señaló que el nuevo programa "es de difícil cumplimiento" y que "será el pueblo el que sufra las consecuencias". El proyecto, que finalmente fue aprobado, refinanció la deuda de 44 mil millones de dólares contraída por el gobierno de Mauricio Macri.
Para el kirchnerismo será imposible cumplir con las metas propuestas por la Argentina, y sobre todo cuando el programa plantea un ajuste económico, lo que indefectiblemente no ayudará a lograr un triunfo en las elecciones.
La convocatoria a la mesa de política generó nuevos cortocircuitos en el Frente de Todos, tras la confirmación de que el presidente Alberto Fernández aceptaba discutir las candidaturas. El kirchnerismo aclaró que pretende definir no sólo el armado de las listas de candidatos sino encauzar la gestión y debatir la relación con el FMI.
El Frente Renovador y el Movimiento Evita anticiparon que formarán parte de la mesa, al igual que el sindicalismo y los gobernadores del oficialismo. La agrupación La Cámpora, con Máximo Kirchner a la cabeza, dio el puntapié inicial el año pasado cuando reclamó que "un espacio para debatir las cosas del Frente de Todos" y "ampliar la mesa porque los problemas de los argentinos son grandes".
No hubo una aceptación del Ejecutivo de forma inmediata hasta que la reunión PJ bonaerense de la semana pasada en Merlo presionó al Presidente a discutir el armado electoral de este año.
¿Dónde será la mesa política?
La reunión de la mesa política nacional fue confirmada ayer por el Partido Justicialista. El primer encuentro será el jueves 16 en la sede del Partido Justicialista de la calle Matheu donde concurrirán diferentes referentes del Frente de Todos. El vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos, y apoderado del PJ, ofició de organizador del evento que tendrá como excusa la reinauguración de la sede.
Alberto Fernández había anticipado que como presidente del PJ conformaría en los próximos días una mesa que "diseñe las reglas electorales del Frente y la estrategia a seguir con miras a las distintas elecciones". La intención es sumar a los gobernadores, intendentes bonaerenses, sindicalistas, y movimientos sociales.
El kirchnerismo pide una mesa política donde se debatan "políticas estratégicas", entre ellas, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El diputado Máximo Kirchner fue el primero en hacer público su rechazo a las negociaciones con el FMI y renunció a ejercer la presidencia del bloque.
El sector de la coalición ligado a la vicepresidenta Cristina Kirchner apuesta a llegar unidos a los próximos comicios y que no se quiebre el Frente de Todos. Sin embargo, presiona para que Alberto desista de sus intenciones de reelección porque podría complicar la campaña.
El ala dura afirma que el Presidente "se está quedando solo" y que por eso motivo tuvo que convocar a una discusión entre todos los referentes del espacio. "Se supone que es una mesa de todos", analizan sobre la convocatoria. El cuestionamiento interno es por el tenor de la mesa que pretende Alberto Fernández. "El subraya que es una mesa electoral", afirman los detractores.
s
El diputado Máximo Kirchner y su madre, Cristina, no estarán presentes pero enviarán a un representante
Quienes estarán en la mesa política del FdT
Alberto Fernández será el anfitrión en su rol de presidente del partido a nivel nacional. El diputado Kirchner y su madre, Cristina, no estarán presentes pero enviarán a un representante, que sería el ministro del Interior, Wado de Pedro. Se espera la asistencia de varios intendentes y gobernadores de todo el país, y de referentes infaltables a este tipo de encuentros partidarios. Otra de las figuras relevantes del encuentro será el ministro de Economía, Sergio Massa, quien mantiene un diálogo fluido con Máximo y con la vicepresidenta y auspicia de nexo con el Presidente. También estará presente el gobernador Axel Kicillof en calidad de vicepresidente del partido.
Algunos de los puntos más difíciles de la discusión será ponerse de acuerdo si habrá una lista de unidad como en 2019 y habilitarán a varios candidatos a competir en una PASO.
Muy lejos quedaron los encuentros que solían hacerse en Olivos con el actual canciller, Santiago Cafiero, el hijo de la Vicepresidenta, Wado de Pedro, Kicillof, y Massa. En la actual mesa política se planteó que Cristina tenga una silla, pero la falta de diálogo con Alberto diluye esa posibilidad. Tras la derrota legislativa del 2021 y la exposición de más diferencias internas, el albertismo armó sus propias reuniones con hombres de su confianza.
La Rosada suma apoyos
Desde el sector del sindicalismo, el titular de Camioneros y secretario general de la CGT,
Pablo Moyano, celebró la construcción de una mesa política que discuta la estrategia del FDT al afirmar que "las discusiones hay que darlas adentro y que no salgan las peleas".
En la misma línea se expresó el jefe de gabinete, Juan Manzur, quien anunció que dejará su cargo para pelear por la gobernación de Tucuman. "Celebramos y acompañamos la iniciativa del presidente Alberto Fernández de convocar a un espacio de debate para que nuestro espacio político", afirmó desde las redes sociales.
El Movimiento Evita, a través del dirigente Fernando "Chino" Navarro, señaló que la convocatoria "es positiva" y que "debe expresar la amplitud y diversidad" del FDT.
A la lista de elogios se sumó el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, quien afirmó que el diálogo"es clave para continuar con las políticas federales".