El enojo con la actual titular del PAMI viene desde hace un tiempo. Un sector del Frente de Todos la quiere afuera, mientras que algunos en el gobierno, pese al costo político, se frotan las manos.
Lo de Luana Volnovich y su pareja Martín Rodríguez -número dos del PAMI- de vacaciones en el caribe mexicano es un escándalo que sigue dando nuevos capítulos.
Ese viaje y la exposición posterior no le cayó nada bien al presidente, según dijeron los funcionarios que lo rodean.
Para ambos, dos integrantes de las altas esferas de La Cámpora, no hubo contemplaciones: en la Casa Rosada se encargaron de resaltar, después de que se filtraran las imágenes del veraneo en Holbox, una de las islas del Caribe mexicano, que el presidente no se había comunicado con la titular del PAMI, y que no había “comentarios” para hacer en torno a la continuidad de la funcionaria al frente del organismo, una de las cajas más apetecibles de la administración central. Fue lo que contestó Gabriela Cerruti, la portavoz de la Presidencia.
Antes del escándalo por su viaje, Volnovich, elegida por la agrupación liderada por Máximo Kirchner para dedicarse a los temas previsionales, ya había tenido un fin de año turbulento.
Nadie supo identificar el origen de los trascendidos, pero durante semanas, después de las elecciones de noviembre y de que el entorno presidencial recobrara cierta iniciativa política, la ex cuñada de Andrés “El Cuervo” Larroque fue blanco de una andanada de versiones que la daban con un pie afuera del PAMI. Una información mucho más cercana al deseo de un sector del Frente de Todos que a la realidad accionaria de la coalición de gobierno.
El viaje a la isla de moda en la península de Yucatán volvió a reavivar las internas. Y alimentó la fantasía de las cámaras que nuclean a los prestadores de la obra social de los jubilados y pensionados -en especial, los que tienen intereses en el Gran Buenos Aires- que, según ventilan, nunca fueron recibidos en estos dos años de gestión, no se les aumentaron las prestaciones según la inflación y tampoco se les renovaron las internaciones domiciliarias.
“En estos años (de pandemia) dimos medicamentos gratis, la gestión en las residencias fue buena, estamos avanzando en las prestaciones. En salud es todo muy difícil, y la industria farmacéutica no es fácil”, aseguran desde el PAMI.
En medio de esa disputa que sacude al organismo desde hace décadas, y que para colmo ahora acumula viejas-nuevas rencillas entre La Cámpora y la Casa Rosada, apareció un histórico dirigente del kirchnerismo que, según las fuentes consultadas, merodea desde hace al menos dos meses la obra social.
Se trata de Luciano Di Césare, un fanático de los lápices de grafito de origen alemán Staedtler revestidos en amarillo y negro que dirigió el PAMI durante buena parte de las administraciones K después de trabajar junto a Néstor Kirchner en Santa Cruz, y que mantuvo un estrecho vínculo con Héctor “El Chango” Icazuriaga, uno de los ex jefes de la ex SIDE.
Según los registros oficiales, Di Césare, que también tuvo varias visitas a los tribunales de Comodoro Py, asesora al bloque K en la Cámara baja: es planta temporaria.
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El ex funcionario tuvo siempre una relación tirante con La Cámpora. No con Cristina Kirchner. Tampoco con Oscar Parrilli. El ex administrador de la obra social se habría reunido hace ya varias semanas con un sector del Gobierno.
La turbulencia alrededor de Volnovich no empezó, de todos modos, a fin de año, si no mucho antes. El inicio de su relación sentimental con Rodríguez, ex presidente del Concejo Deliberante de Hurlingham, causó malestar en un sector de la agrupación que lidera Máximo Kirchner. El viaje a México de estos días profundizó el disgusto, en un espacio que históricamente se cuidó mucho de que trascendieran imágenes sobre su estilo de vida.
Lo de Rodríguez, incluso, llamó tanto o más la atención que lo de su pareja. Muy cercano al jefe de La Cámpora, todos lo consideraban hasta este viaje muy cuidadoso en sus movimientos. Como otros de sus colegas, se ufabana de hecho de que una imprudencia tan flagrante como el festejo de cumpleaños de Olivos de Fabiola Yáñez, del que participó el Presidente, no le podía pasar ni a él ni a nadie de su agrupación.
Más allá del costo político y de la instalación de una agenda inconveniente para el Gobierno, son varios los del entorno presidencial que ahora se frotan las manos.
Desde la paradisíaca isla de Holbox felicitó a un grupo de jubilados que viajaron a Mar del Plata y a Entre Ríos por un programa del PAMI