Un informe de Montamat & Asociados señala que los aumentos en surtidores superaron el avance de los precios generales, empujados por el tipo de cambio, impuestos y biocombustibles. En diciembre hubo ajustes por encima del 4% y las naftas premium quedaron 9% sobre la paridad de importación.
A lo largo de 2025, los combustibles acumularon aumentos superiores al 40% a nivel nacional, una suba que quedó por encima de la inflación anual, estimada en torno al 30%. Según un informe de Montamat & Asociados, el comportamiento de los precios respondió a una combinación de factores locales e internacionales, con el tipo de cambio como una de las variables más determinantes en la dinámica del año.
El reporte destacó que los incrementos en los surtidores superaron la inflación acumulada y estuvieron atravesados por la volatilidad del mercado. En ese marco, se mantuvo la política de precios dinámicos -con fuerte protagonismo de YPF- que introduce variaciones según demanda, zona y horario, con ajustes que en algunos casos llegaron a ser semanales o incluso diarios.
En diciembre, el ajuste mensual promedio llegó a superar el 4% en todo el país. De acuerdo con el informe, las subas de 2025 buscaron compensar el aumento del tipo de cambio (41%), del biodiesel (67%), del bioetanol (37%) y de los impuestos a los combustibles (52%), un combo que terminó empujando los valores finales por encima del avance de los precios generales, calculado en 31%.
Tras esos movimientos, los combustibles quedaron algo por encima de sus paridades de importación. En el caso de las naftas premium, el precio se ubicó cerca de un 9% por encima del nivel de referencia, mientras que el gasoil quedó prácticamente en paridad. En este escenario, YPF anunció una baja del 2%, que comenzó a aplicarse de manera gradual y con diferencias según la región.
Desde la petrolera estatal explicaron que los precios no dependen únicamente del valor internacional del crudo, sino también del tipo de cambio, los impuestos y el costo de los biocombustibles. Especialistas del sector señalaron, además, que parte de la suba de diciembre respondió a un retraso frente a la devaluación acumulada desde julio, con ajustes que se habrían postergado hasta después del calendario electoral.
El director de Aleph Energy, Daniel Dreizzen, sostuvo que el precio del petróleo actuó como un ancla durante el año, con una baja cercana a los 10 dólares del Brent, lo que ayudó a moderar los aumentos. Sin embargo, la devaluación, la actualización impositiva y el encarecimiento de los biocombustibles terminaron inclinando la balanza hacia subas por encima de la inflación y precios más altos medidos en dólares.
Hacia adelante, Montamat & Asociados advirtió que un crudo internacional por debajo de los 64 dólares favorece la estabilidad de precios locales, aunque un escenario de barriles por debajo de los 55 dólares en 2026 podría complicar la viabilidad de proyectos de mayor costo, en particular en Vaca Muerta. En ese contexto, el informe remarcó que sostener el perfil exportador y el desarrollo energético requerirá reducción de costos, mayor productividad y un marco macroeconómico estable, con inflación en baja, previsibilidad y reformas estructurales como claves para la competitividad del sector.