Los ahorristas buscan despejar la duda si conviene seguir invirtiendo en instrumentos en pesos o si empieza a ser mejor pasarse al billete estadounidense
A los ahorristas se les presenta en este momento un dilema a la hora de buscar en qué invertir sus pesos, debido al incremento de la inflación, baja de las tasas de interés y un tipo de cambio que permanece "planchado". Por ende, la pregunta que surge es qué conviene más en estos momentos: comprar dólares o colocar los pesos en un plazo fijo tradicional.
Este planteo surge en un momento -que ya está en declive- en el que escasean los pesos, estacionalmente, por la necesidad de efectivo para pagar compromisos de fin de año, aguinaldos, compras para las fiestas y vacaciones. Y el Gobierno busca "frenar" una suba de tasas para no generar un nuevo desfasaje en la economía.
Como dato a tener en cuenta, el precio del dólar minorista se ubica sin cambios en todo diciembre, en torno a los $1.475 para la venta en Banco Nación.
En cambio, un plazo fijo tradicional hoy se encuentra ofreciendo una tasa nominal anual (TNA) de entre 21% a 22% en los principales bancos líderes, por lo que en 30 días, que es el tiempo mínimo requerido por el sistema financiero para dejar encajados los fondos en este instrumento, se obtiene una ganancia que llega al 1,8% mensual.
Por lo tanto, si se considera la "fotografía" actual, conviene invertir en las colocaciones en pesos, porque propone una renta superior a la brindada por el estático dólar en estos momentos.
Ahora bien, si se comparan estos rendimientos con la inflación, ahí ambas inversiones (dólar y plazo fijo) quedan por debajo, ya que el índice de precios al consumidor (IPC) fue de 2,5% en noviembre y, según el relevamiento de expectativas de mercado (REM), confeccionado por el Banco Central en una encuesta entre más de 40 economistas, se espera que para diciembre sea 2,1%.
Y para enero se espera una inflación de 1,9%, para febrero se proyecta que será 1,7% y para marzo podría haber un ascenso de los precios al consumidor de 1,8%.
Más allá que la inflación está superando la rentabilidad tanto del plazo fijo tradicional como del dólar, entre estas dos opciones de inversión hoy resultan ganadores los depósitos en pesos.
Según los distintos economistas relevados, este escenario continuaría en las próximas semanas.
"En este contexto de tasas y expectativa de devaluación, un plazo fijo a 30 días es atractivo. La estacionalidad en la demanda de dinero y potenciales ingresos de divisas son elementos que ayudan a la estrategia, que no está exenta de riesgos", resume Fernando Baer, economista jefe de la consultora Quantum de Daniel Marx.
Por lo pronto, el mercado está proyectando para los próximos meses un comportamiento similar, tanto para el dólar como para los plazos fijos.
En cuanto al precio del dólar mayorista, se ubica en torno a los $1.450, y en el mercado de opciones y futuros del Matba-Rofex se negocia para fin de mes a $1.454,5.
En tanto, si se observan las operaciones del mercado para fin de enero que viene, en la plaza se pacta que el billete estadounidense mayorista ascenderá hasta los $1.489. Es decir, se aguarda una suba de unos 35 pesos, o alrededor de 2,4%. Un nivel similar al ritmo inflacionario.
Luego, para fines de febrero, en el mercado de futuros se opera un dólar mayorista de $1.521, un alza de 2% mensual. Y para fin de marzo se negocia a $1.552,5, lo que representa también un incremento de 2% en el mes.
Más allá de esto, para los expertos, el plazo fijo puede dar mayor certeza para los ahorristas que el dólar.
"Prefiero el plazo fijo como estrategia defensiva debido a la incertidumbre cambiaria. Es que aunque los depósitos en pesos rinden menos que la inflación, la dinámica del tipo de cambio no es clara. Puede haber posibles tensiones por la demanda de pesos y ajustes en el tipo de cambio o tasas de interés, pero el plazo fijo brinda más certeza y un rendimiento asegurado, ante la volatilidad del dólar", concluye Federico Zerba, economista y jefe de economía sectorial del Instituto de Economía Sectorial (IES).
Y concluye: "Recomiendo el plazo fijo de hoy a enero, prefiriendo perder décimas ante la inflación que arriesgarme a un dólar en el techo de la banda".
En resumidas cuentas, se considera que el dólar dejará de ser el "ancla" de los precios en los próximos meses, tras el ajuste que anunció el Banco Central de las bandas cambiarias de flotación del tipo de cambio, que estarán atadas en relación a la inflación, a partir de enero que viene. Por eso, se considera que desde ahora hasta dentro de 30 días, todavía el plazo fijo seguiría ganando, pero luego pueden empezar a "emparejarse" las distintas variables de la economía.
"Cuando pasen las fiestas, empezará a sobrar plata en el mercado, entonces eso podría presionar al tipo de cambio, pero me parece que el Banco Central puede llegar a reaccionar tratando de contener con la tasa de interés un poco más altas. Con lo cual, si tuviera que inclinarme por algo, creo que me jugaría por la tasa de interés, por el plazo fijo", sentencia Camilo Tiscornia, economista y director de C&T Asesores.
Es decir, inflación, tasas de interés y movimiento del precio del dólar irían de manera "pareja" en los próximos meses.
"Es cierto que habrá menos restricciones y acumulación de divisas, pero también hay interés en posicionarse en Argentina, vía emisión de bonos corporativos y posible adelanto de exportaciones. Así que no creo que se altere demasiado la dinámica que estamos viendo con el precio del dólar", suma Baer.
Al respecto, Nahuel Bernues, CFA, asesor financiero y fundador de la consultora Quaestus, completa: "El Gobierno tiene las de ganar en el plano cambiario. Habrá oferta de dólares de distintos lados, y un programa de recompra que brinda certidumbre pero, al mismo tiempo, puede ayudar a marcar un piso en la cotización. Creo que tendremos un 2026 más tranquilo en el plano cambiario".
En este plano, Jorge Colina, economista de IDESA, finaliza que las medidas de flexibilización del cepo pueden "ayudar" a partir de enero, ya que "en la medida que las empresas confíen en que pueden sacar los dividendos de los capitales que traigan, juega a favor de que vengan inversiones para energía y minería. Por eso, si entran dólares, su precio tiende a estar estable. Allí automáticamente el Banco Central empieza a acumular reservas".-

Los políticos aprovecharon la festividad religiosa para compartir sus deseos y augurios para el 2026. La ausencia del Cristina Kirchner.