La inseguridad que enfrentan mendocinos en Chile preocupa a los viajeros que planean visitar el país durante las vacaciones de verano.

 Los testimonios de las víctimas revelan que la delincuencia se concentra en las rutas y se manifiesta con inusitada violencia, transformando las vacaciones en una experiencia traumática.

El asalto a una familia mendocina

Laura Lorca, su esposo y sus hijas de 9 y 13 años fueron víctimas de un violento robo el 8 de diciembre, durante un desvío provocado por una procesión religiosa cerca de Vespucio y 5 Norte, en Santiago. Cuatro encapuchados armados interceptaron su vehículo, golpearon a su marido y robaron su camioneta Ford Territory 2024, junto con teléfonos, iPads, carteras y joyas. Lorca denunció que sus hijas quedaron descalzas y desamparadas, y que los asaltantes, aparentemente extranjeros, serían parte de bandas delictivas que han deteriorado la seguridad en la zona. 
La familia criticó la inacción del Consulado Argentino, donde no recibieron empatía ni asistencia básica. Agradecieron la solidaridad de chilenos y mendocinos que les permitieron regresar a Mendoza en micro. Debido a la traumática experiencia, la familia duda en volver a Chile, país que solían visitar frecuentemente.

El caso del micro que venía de un tour de compras

Un grupo de mendocinos que viajaba en un tour de compras hacia la ciudad de Santiago de Chile fue víctima de un violento asalto a manos de una banda armada en una ruta cerca de la localidad de Tiltil.
El golpe tipo comando ocurrió alrededor de las 7, en la cuesta de Chacabuco, cuando el colectivo fue interceptado por varios autos.
De acuerdo a los testimonios relevados, los pasajeros describieron la maniobra de los delincuentes para convencer al chofer de que detuviera el micro. En ese momento, varios autos rodearon el colectivo y subieron los asaltantes, que amenazaron y revisaron a todos los ocupantes, algunos con acento venezolano o colombiano, según aseguraron.

La banda escapó con pertenencias personales, bolsos y hasta mercadería de los pasajeros, tras una secuencia de máxima tensión que duró varios minutos sobre la ruta. Otra parte del grupo se quedó a bordo en estado de shock y sin poder comunicarse, ya que también les quitaron teléfonos y llaves del micro.