El Tesoro renovó vencimientos por casi $8 billones y consiguió colocar $8,5 billones en la licitación de este miércoles. A diferencia de la operación anterior, no hubo expansión monetaria, lo que podría influir en las tasas a corto plazo.
El equipo económico enfrentó este miércoles su segundo examen tras las elecciones legislativas, con una licitación clave para renovar deuda en pesos. La Secretaría de Finanzas, liderada por Alejandro Lew, debía afrontar vencimientos por casi $8 billones, y no solo logró cubrirlos, sino que obtuvo un financiamiento adicional.
"El Ministerio de Economía informó que en la licitación del día de hoy adjudicó un total de $8,50 billones, habiendo recibido ofertas por $9,38 billones", señaló la cartera en un comunicado oficial. El resultado representó un roll-over del 111,17%, una mejora significativa frente al 57% alcanzado en la subasta anterior.
Entre los instrumentos más demandados se destacaron las Lecap con vencimiento en febrero y agosto de 2026, con tasas efectivas mensuales (TEM) de 2,59% y 2,5%, y tasas internas de retorno anualizadas (TIREA) de 35,92% y 34,49%, respectivamente. En el tramo más largo, los bonos ajustados por CER con vencimiento en marzo y noviembre de 2026 ofrecieron rendimientos cercanos al 9,5% anual.
A diferencia de la licitación previa, en la que se habían liberado casi $5 billones, en esta oportunidad el Tesoro no inyectó pesos al mercado, una decisión que podría incidir en las tasas de interés. Sin embargo, para el economista Lucio Garay Méndez, de Eco Go, el impacto será limitado.
"No retiraron tantos pesos como para esperar una suba fuerte en los rendimientos. La mayoría de lo colocado es a tasa fija, lo que muestra buena demanda de activos en pesos", explicó.
El resultado no tomó por sorpresa al mercado. Con un nivel acotado de depósitos en el Banco Central, el Tesoro tenía poco margen para un refinanciamiento menor al 100%. Según datos del BCRA, al 31 de octubre las tenencias del Tesoro en pesos ascendían a $5,2 billones.
La licitación coincidió con una nueva baja en la tasa de las operaciones de pase del Banco Central, que redujo el rendimiento del 25% al 22%. Aun así, la curva de pesos se mantuvo estable, con títulos de corto plazo rindiendo alrededor del 2% TEM.
El analista Nicolás Capella, del Grupo IEB, coincidió en que el mercado muestra suficiente liquidez: "El BCRA está tomando excedentes a un día al 22%, por lo que no se percibe una gran demanda de liquidez".
Mirando hacia adelante, la atención del mercado está puesta en el 28 de noviembre, cuando vence la Comunicación A8302, que fijó los encajes bancarios en 50%. El presidente del BCRA, Santiago Bausili, deberá decidir si renueva la norma o avanza con una baja que libere recursos al sistema financiero.
"La reducción de encajes podría ser una herramienta para estimular la actividad", apuntó Gonzalo Guiraldes, socio de la consultora Audemus.
Con el roll-over consolidado y sin presiones de liquidez inmediatas, el equipo económico logró sortear con éxito un nuevo test de confianza en el mercado local.