Un estudio reciente explora cómo las experiencias corporales en la infancia podrían tener efectos duraderos en la salud y el desarrollo masculino.
El peso corporal en los primeros años de vida podría tener un papel más relevante de lo que se pensaba en el desarrollo físico masculino. Un estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine sugiere que los hombres que fueron obesos durante la niñez presentan una menor longitud de pene en la adultez, en comparación con quienes tuvieron un peso saludable.
La obesidad infantil está asociada con el crecimiento del pene, mientras que la obesidad adulta afecta principalmente la apariencia del pene más que su tamaño real", escribieron los autores del estudio."Por lo tanto, es necesaria una intervención temprana para mitigar los posibles efectos a largo plazo de la obesidad infantil en el desarrollo del pene".
Los científicos explican que la causa probable podría estar relacionada con una menor producción de testosterona durante la pubertad en niños con obesidad, ya que esta hormona es esencial para el crecimiento genital.
El profesor Pier Hoebeke, urólogo del Hospital Universitario de Gante (Bélgica), comentó que el exceso de grasa corporal puede influir tanto en la percepción como en la anatomía del pene.
"La obesidad es una de las principales causas de que los penes parezcan más pequeños, como resultado del aumento del tejido graso en la base", explicó. "Perder unos 10 kilos puede devolver hasta un centímetro de longitud visible".
Aunque la relación entre peso y tamaño genital sigue siendo objeto de debate, los especialistas coinciden en que mantener un índice de masa corporal saludable ayuda a preservar los niveles hormonales y la función sexual a lo largo del tiempo.
El tamaño del pene no tiene un impacto directo en la salud general, pero ciertos síntomas pueden indicar una afección que requiere evaluación médica. Los urólogos recomiendan prestar atención a señales como bultos, llagas, secreciones, dolor o dificultad para orinar o mantener erecciones. Estos signos pueden estar relacionados con infecciones, enfermedades inflamatorias o problemas circulatorios.
Ante cualquier cambio o molestia persistente, la consulta temprana con un especialista es fundamental para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

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