La Cámara Baja debatirá este miércoles si sostiene o rechaza los vetos presidenciales sobre la suba de jubilaciones, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. El oficialismo teme perder en este último punto y acelera negociaciones con aliados.
El Gobierno se prepara para una jornada legislativa decisiva. Este miércoles, Diputados discutirá los vetos que el presidente Javier Milei aplicó a tres leyes sensibles: el aumento jubilatorio, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. Esta última genera la mayor preocupación en La Libertad Avanza, que no confía en reunir los apoyos necesarios para sostener la decisión presidencial.
"La sesión de mañana es la más difícil", reconoció una fuente libertaria de Casa Rosada, que vinculó la complejidad no solo a los votos, sino también al clima político tras el cierre de listas nacionales, que dejó tensiones internas en distintos bloques.
En el oficialismo, las expectativas están centradas en las iniciativas previsionales. Confían en que, con el respaldo del PRO, de sectores radicales afines y de legisladores alineados a gobernadores del norte como Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta), podrían alcanzar los 86 votos que necesitan si la Cámara está completa.
La oposición, en tanto, busca que todas las leyes entren en vigencia, aunque reconocen que la moratoria previsional es la más difícil de salvar. "La suba de jubilaciones es complicada y la moratoria está hundida", admitió un legislador opositor.
Además de los vetos, en la sesión también se debatirán proyectos impulsados por los gobernadores, como la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos.
En el centro de la escena aparece la UCR, liderada en Diputados por Rodrigo de Loredo. La postura de sus diputados es aún incierta y será determinante para el resultado de la votación, junto con el comportamiento de quienes se abstuvieron o estuvieron ausentes en las votaciones anteriores.