Las elecciones provinciales y las tensiones internas del Gobierno complican el panorama. Algunos señalan que el Presupuesto 2026 será clave. La visión del oficialismo.
Mientras el Senado está en receso, se prepara para el segundo semestre del año. Los jefes de bloque coinciden en que será un período "complicado". Algunos mencionan la campaña electoral, la polarización y las tensiones generadas por el Gobierno. Otros, en cambio, destacan la importancia del Presupuesto 2026, ante un oficialismo que observa cautelosamente y cuya actitud agresiva dificulta la toma de decisiones legislativas.
El Frente de Todos, principal interbloque y primera minoría en el Senado, a través de su titular, José Mayans (Formosa), expresó: "Queremos seguir trabajando como corresponde. El problema es la confrontación dentro del 'equipo' de 39 legisladores que armó Victoria Villarruel, la vicepresidenta y titular del Senado. No sé cómo se resolverá esa situación. La incertidumbre la genera el propio Gobierno".
Mayans añadió: "Necesitamos que el Presidente presente el Presupuesto 2026 en septiembre para que el Congreso lo trate. Todavía estamos con las dos últimas leyes de gastos prorrogadas de 2023. Necesitamos pautas claras para la política monetaria y cambiaria, y para la relación con las provincias. Ni hablar del tema de la deuda. Me preocupa que se sostenga el valor del dólar a través de la usura. Tampoco olvidemos la canasta básica, las importaciones y la caída de la producción primaria".
Por su parte, Eduardo Vischi (Corrientes), de la Unión Cívica Radical, afirmó: "Creo que el segundo semestre será complicado políticamente. Las elecciones generan posiciones más extremas y eso impactará en el trabajo legislativo. Veo que el Gobierno está endureciendo su posición para marcar una estrategia electoral. Seguramente, los ataques a quienes piensen distinto serán más comunes, lo que profundizará la grieta. La inestabilidad institucional genera incertidumbre económica, y espero que no sea grave".
Ezequiel Atauche (Jujuy), jefe libertario en el Senado y uno de los pocos enlaces con la Casa Rosada, también calificó el panorama como "complicado" y agregó: "Hay que ver cómo se mueve el kirchnerismo y los dialoguistas que generan mayorías circunstanciales. Esto condiciona la toma de decisiones. También se notará el nivel de agresividad, como ya se ha visto. Un ejemplo claro es la moratoria previsional, que no todos querían pero igual fue sancionada. Esto es oponerse solo por la competencia electoral, y algunos necesitan eso para volver al centro de atención".
Alfredo De Ángeli, del Pro, prefirió no opinar. Sin embargo, Martín Goerling (Misiones), vicepresidente del macrismo en el Senado, declaró: "Creo que lo que resta del año estará marcado por las elecciones nacionales, primero en la provincia de Buenos Aires y luego en el resto del país. Todos los senadores estarán abocados a eso, lo que tensará la discusión. Todo se basará en lo que intente el kirchnerismo, el Gobierno o los aliados. Veo un Senado complicado. El Presidente esperará el resultado de octubre para avanzar con las reformas de fondo, y esa agenda quedará en 'stand by'. Será un Senado conflictivo. Habrá que esperar a octubre y ver la próxima conformación para ver cómo sigue esto".
También se consultó a representantes de espacios provinciales. José María Carambia (Por Santa Cruz) opinó que "será un segundo semestre en el que, a menos que el Gobierno necesite alguna norma concreta, el oficialismo intentará dilatar y evitar que haya sesiones. Total, después culpan a los senadores que no trabajan y listo. Por eso la autoconvocatoria anterior [en la que se aprobaron, entre otras leyes, la mejora en las jubilaciones y la emergencia en discapacidad] generó un nuevo marco político y demostró que, a pesar de la voluntad del oficialismo, sí se puede sesionar".
Carambia añadió: "Obviamente, el Gobierno esperará hasta las elecciones para ver cómo se configura la Cámara y analizar qué le conviene. Para nosotros, el tema central es la ley de incentivo al petróleo convencional o de cuencas maduras, ya que necesitamos urgentemente un incentivo. Será un semestre difuso porque sesionar dependerá más de la oposición que del oficialismo".
.png)
El país trasandino es el único de América Latina cuyos ciudadanos pueden viajar sin visa, tras un camino que comenzó en 2013 y se hizo efectivo en 2014; los argentinos gozaron del beneficio entre 1996 y 2002, cuando se revocó por la crisis económica