Guillermo Francos será el encargado e iniciará las gestiones esta semana. Los gremios del transporte confirmación su adhesión a la medida de fuerza.
Guillermo Francos confirmó que las fuerzas de seguridad actuarán en la próxima movilización y descartó que las protestas sean un tema de preocupación para el Gobierno.
Guillermo Francos confirmó que las fuerzas de seguridad actuarán en la próxima movilización y descartó que las protestas sean un tema de preocupación para el Gobierno.
El Gobierno no consiguió que los gremios del transporte morigeren su participación en el paro general convocado para el 10 de abril por la CGT pero el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, insistirá esta semana con crear un canal de dialogo con la central obrera para explorar la posibilidad de llegar a un entendimiento aunque sabe que es complejo.
Francos, de acuerdo a lo que pudo reconstruir El Observador, intentará esta semana acercar posiciones con la CGT. La idea del jefe de Gabinete es conversar, por ahora de forma telefónica, con los líderes sindicales para expresar su sorpresa con la medida de fuerza debido a que, según la mirada del Gobierno, el salario se recupero y le está ganando mes a mes a la inflación.
"Vamos a hablar con la CGT a ver si existe la posibilidad de que se abran líneas de diálogo. El Gobierno tiene la idea de que el paro no es justificado cuando hay un aumento del salario por arriba de la inflación", le dijo a este medio una fuente con acceso al despacho del jefe de Gabinete.
Paro de colectivos, trenes y subtes: los gremios del transporte anunciaron su apoyo a la medida de fuerza de la CGT
De no recibir una respuesta positiva de parte de la CGT en el Gobierno se preparan para el tercer paro general desde que inicio la administración de Javier Milei. Desde el retorno de la democracia se trata de la gestión que mayor cantidad de huelgas tuvo en su contra si se se calcula el promedio por mes. Esa cifra le permite a La Libertad Avanza (LLA) sostener que los sindicatos se despertaron de "la siesta" que tuvieron en el mandato de Alberto Fernández.
La semana pasada cuando al CGT anunció el paro general el 10 de abril el Gobierno intentó, sin éxito, buscar que los gremios del transporte no adhieran abiertamente o lo hagan como en la primera huelga (dando servicio hasta las 19). En la Casa Rosada tienen claro que si la UTA garantiza que los colectivos circulen con normalidad la medida de fuerza perdería intensidad. Por eso exploró esa posibilidad primero con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y luego con el propio Francos.
La aceptación del tope de 1% mensual para las paritarias de parte del gremio de Camioneros generó un aire de triunfalismo en el oficialismo. Sin decirlo públicamente, en la Casa Rosada estaban convencidos de que eso significaría la antesala de que los gremios del transporte decidan no plegarse de lleno al paro. Pero los cálculos fallaron.
La fecha del paro representa otro problema para el Gobierno. La cercanía con las elecciones en Santa Fe, el 18 de abril, dejan la puerta abierta a recibir dos golpes cuestión de ocho días. Es que nadie cree que LLA hará un papel digno contra la lista que encabeza el gobernador Maximiliano Pullaro. En Balcerce 50 se preparan para un escenario similar al de 2023 cuando las listas locales que no contaban con Milei como candidato quedaron lejos de los primeros lugares.
"Ellos (por los sindicatos) son parte de la casta y van a tener que dar explicaciones", bramó un dirigente que suele contribuir en la elaboración de los discursos de Milei. La Casa Rosada si no puede morigerar el paro enfrentará a los dirigentes de la CGT que suelen estar en los últimos lugares en las encuestas que miden las imágenes de las figuras políticas.