La pareja perpetraba los crímenes en su residencia, grabando los actos para crear material de pornografía infantil.
El caso de una pareja homosexual en Georgia causó una gran conmoción en la opinión pública luego de que fueran condenados a pasar el resto de sus vidas en prisión por abusos sexuales sistemáticos contra sus dos hijos adoptivos.
William Zulock, de 34 años, y Zachary Zulock, de 36, recibieron una sentencia de 100 años de cárcel sin posibilidad de libertad condicional, según informó la oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Walton. La noticia, que ha sido difundida por varios medios, resalta los horribles detalles de este caso, que ha sido calificado como un "hogar de horrores".
El medio WSB-TV destacó en su cobertura que los Zulock adoptaron a los niños, hermanos biológicos, a través de una agencia cristiana especializada en menores con necesidades especiales.
Aunque aparentemente vivían como una familia modelo en un barrio tranquilo de Atlanta, los niños, de 12 y 10 años, eran víctimas de horribles abusos sexuales.
La pareja gay.
La pareja perpetraba los crímenes en su residencia, grabando los actos para crear material de pornografía infantil. Según WSB-TV, el fiscal del distrito, Randy McGinley, expresó sobre el juicio: "Estos dos acusados realmente crearon un hogar de horrores, anteponiendo sus oscuros deseos por encima de todo y de todos".
La sentencia es el resultado de una investigación que comenzó en 2022, cuando un presunto miembro de una red local de pedofilia fue detenido por descargar pornografía infantil.
Este individuo proporcionó información clave a las autoridades, señalando que los Zulock habían producido contenido pornográfico y abusivo con los niños que vivían en su hogar.La pareja gay.
Según WSB-TV, McGinley destacó la valentía de las víctimas, comentando: "La fortaleza que han demostrado estas dos jóvenes víctimas durante los últimos dos años es verdaderamente inspiradora".
La imagen pública de los Zulock contrastaba drásticamente con su vida secreta. Zachary trabajaba en el sector bancario, mientras que William era empleado estatal.
La fachada de una familia feliz en un vecindario acomodado ocultaba los abusos, manteniendo a los niños atrapados en un ciclo de violencia del cual no podían escapar. La comunidad reaccionó con conmoción al conocerse los desgarradores detalles del caso.
Con esta sentencia, se espera que las víctimas puedan iniciar su proceso de recuperación. Mientras tanto, las autoridades, junto con grupos defensores de los derechos de los menores, reiteraron su compromiso de combatir este tipo de crímenes, destacando la importancia de fortalecer los procesos de adopción para evitar que menores en riesgo sean puestos en situaciones peligrosas.