Las últimas ruedas del 2024 serán clave para el comportamiento del dólar, con la intervención del Banco Central tratando de contener la brecha cambiaria y el impacto estacional. Mientras se espera una mayor liquidez que podría influir en las cotizaciones en los primeros días de 2025.
La suba del dólar blue de los últimos días se dio luego de que, a principios de mes, el Banco Central (BCRA) resolviera bajar más la tasa de política monetaria hasta el 32%, desde el 35% previo y por mayor demanda estacional debido a las vacaciones y disponibilidad de dinero tras el pago de bonos de fin de año y aguinaldo, según intentan explicar algunos analistas.
Ante la disparada del blue y los financieros, el regulador monetario argentino decidió acelerar su intervención en el mercado cambiario este miércoles y logró bajar fuerte el MEP. Esa es una de las razones por las que el blue cedió algunos tantos en las pizarras de las cuevas. En consecuencia, la brecha con el dólar mayorista se ubica en 16,7%.
Y es que los operadores del mercado centran su atención en los volúmenes diarios de negociación de los títulos de deuda en dólares, con el objetivo de detectar posibles intervenciones del BCRA. Estas intervenciones, en caso de existir, buscan contener el aumento de los dólares paralelos y frenar la ampliación de la brecha cambiaria.
Recientemente, el tipo de cambio mostró una leve suba, aunque los expertos aseguran que este aumento no representa una preocupación en el contexto actual. La demanda de dólares se mantiene alta, impulsada tanto por factores estacionales como por la menor rentabilidad de las tasas de interés en pesos, como se mencionó anteriormente.
De acuerdo con los operadores, el BCRA habría reducido su intervención cambiaria el lunes, en comparación con las jornadas previas, cuando la escalada de los dólares paralelos obligó a la autoridad monetaria a activar un mecanismo de esterilización de pesos que había mantenido suspendido desde octubre.
Dólar: cómo cierra el 2024
Así, el mercado cambiario encarrila las últimas ruedas del año con el impulso de la tendencia alcista observada en las últimas dos semanas, lo que obligó al Banco Central a realizar intervenciones significativas para moderar el aumento de la brecha cambiaria.
A principios de diciembre, la diferencia entre el dólar oficial y los paralelos se encontraba por debajo del 5%, el nivel más bajo desde 2019, cuando los precios del dólar convergieron con el tipo de cambio oficial. Sin embargo, a partir de la tercera semana del mes, la brecha se amplió nuevamente a un rango entre el 10% y el 15%, aunque sigue siendo baja en comparación con los últimos cuatro años.
La cotización del dólar libre y los tipos financieros subieron rápidamente, superando los $1.200 en el caso del dólar informal. Ante esta situación, el Banco Central desplegó una intervención fuerte que, con el paso de los días, se fue moderando. Una primera interpretación de los operadores fue que el Central buscaba poner un techo al aumento, después de haber fijado un "piso" en el precio del dólar con la reducción de tasas de interés decidida en la segunda semana de diciembre.
A pesar de estos intentos por controlar el alza, el dólar informal volvió a cerrar el martes en $1.200, mientras que el dólar MEP y el Contado con Liquidación se ubicaron en $1.170 y $1.184, respectivamente. Con estos precios de referencia, se espera que las últimas ruedas del año impliquen un ajuste de carteras, lo cual podría impactar nuevamente en el valor del dólar.
Lo que más preocupa a los analistas es la expansión de la brecha cambiaria, que ha triplicado su tamaño desde el mínimo de 4,9% registrado durante la gestión de Javier Milei, alcanzando un 13,1% al cierre de la semana pasada. Asimismo, la diferencia entre el dólar exportador y el oficial pasó de 1,1% a 2,6%, lo que ha reavivado el interés por el dólar "blend", un esquema utilizado por exportadores para liquidar el 20% de sus ventas en el CCL, que casi había desaparecido.
En cualquier caso, se espera que los movimientos en el mercado de divisas sean mayormente estacionales. Los analistas anticipan que el cambio de tendencia podría ocurrir en los primeros días de enero, especialmente después del 9 de ese mes, cuando se pagará un vencimiento de bonos de deuda en dólares por un monto de aproximadamente u$s3.500 millones. Este pago inyectará liquidez al mercado y podría aumentar la oferta de divisas, lo que presionaría las cotizaciones a la baja.