El periodista Luis Majul analiza la gestión del presidente y la interna que mantiene con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Si no aparece otro "cisne negro" como el del escándalo Kueider, Javier Milei terminará 2024 con una imagen positiva muy alta, y una intención de voto de más del 50 por ciento.
Lo habrá logrado como producto del exitoso plan antiinflacionario, el cumplimiento de la promesa del déficit cero, el fin de los piquetes, su política contra la inseguridad y el narcotráfico y su arrolladora y furiosa narrativa de repudio a la "casta argentina".
Los soldados de las "Fuerzas del Cielo" vienen festejando el balance del primer año de gobierno desde la semana pasada. De hecho, uno de los últimos reposteos que hizo el propio Milei, desde la cuenta de Escuela Austríaca, fue a través de un flyer de él mismo, firmando un decreto, con la leyenda: "Se viene un 2025 espectacular".
Pero, además, en las últimas horas, mientras se preparaba para volver desde Italia a la Argentina, Milei estuvo recibiendo y replicando una serie ininterrumpida de lo que en el oficialismo se consideran "buenas noticias".
"Factos", con diferentes niveles de importancia e impacto, a saber:
- La invitación a la asunción de Donald Trump, el próximo 20 de enero. Milei convertirá así en el primer presidente argentino en ser invitado a una ceremonia oficial de estas características. Lo hará junto a mandatarios como Xi Jinping, Giorgia Meloni y Nayib Bukele.
- La presunción de que la inflación de diciembre podría ser todavía más baja que la de noviembre, que registró un 2,4 por ciento.
- La estimación de que la economía podría crecer, en 2025, hasta un 4,5 por ciento, iniciando así un periodo virtuoso que, según Milei, en los próximos años, llevaría a la Argentina a transformarse en uno de los países más fuertes del mundo.
También, en las últimas horas, se viralizó la réplica a lo que Milei considera un nuevo "acto de traición" de la vicepresidenta. La ofreció en el principal acto partidario al que fue invitado por los amigos de Georgia Meloni. Fue cuándo sentenció: "Roma no paga traidores".
En el gobierno tienen la certeza de que la Victoria Villarruel y los senadores serán puestos en tela de juicio otra vez. ¿Cuándo? A partir del primero de enero, cuando se confirme que volverán aumentarse las dietas, de espaldas a los votantes, sin dar la cara. Es decir, sin llamar a sesión. Y cuidado: porque sus sueldos treparán a una cifra de alto impacto: 9 millones y medio de pesos.
Es que Milei considera a Villarruel parte de la casta. Y estima que el vínculo con ella ya no tiene retorno. En especial, después de la convocatoria a sesión que hizo ella el jueves, en la que se decidió expulsar a Kueider, sin tener en cuenta que no estaba habilitada para hacerlo, porque debía asumir el Poder Ejecutivo.
Por otra parte, la vicepresidenta ya sabe que parte de la sociedad sospecha que ella está a favor del aumento de las dietas de los legisladores. Porque en su momento había dicho que los senadores y los diputados "no ganaban bien". Cometió ese error no forzado en una entrevista que le hizo Jony Viale, en marzo de este año. Y esa respuesta la puso del lado de la "casta".
Es más. Villarruel todavía reprocha a sus asesores no haber evitado su presencia en aquella vergonzosa sesión donde senadores como Martín Lousteau, aparecían levantando la mano a medias, para que no se notara que se estaban dando un aumento de las dietas.
Por eso, en la conferencia de prensa del jueves pasado, Villarruel, ni lerda ni perezosa, intentó abrir el paraguas. Fue cuando anunció, como quien no quiere la cosa, que había pedido que se tratara en la sesión de Kueider el congelamiento de las dietas, pero que no había podido lograr el acuerdo para incluirlo en el temario.
Bien. En esta pelea cuerpo a cuerpo para probar quién es más anti- casta, Milei entiende que él, a su vice, le lleva algunos cuerpos de ventaja. Y sugiere que se recurra al "principio de revelación" sobre la jubilación de privilegio de cada uno. Porque él renunció a la suya y la vice no.
Ese será su nuevo argumento contra Villarruel. Lo anticiparon los biógrafos del presidente, Nicolás Márquez y Marcelo Duclos, hace casi un mes, desde sus respectivas cuentas de X.
Márquez escribió:
"A los pelotudos que confían en la "alta política" que le exijan (A Villarruel) la renuncia a la jubilación de privilegio; caso contrario tenemos una vice de pacotilla"
Y Duclos metió más cizaña todavía:
"La cuestión de la jubilación de privilegio de Villarruel evidencia que, como el kirchnerismo, esperaba que Milei se vaya con una crisis post ajuste".
¿De verdad Villarruel soñaba con la caída anticipada de Milei para formar un nuevo gobierno, en una alianza con el peronismo de centro y con algunos conspicuos dirigentes del Pro?
Eso nunca se podrá saber a ciencia cierta, pero la Oficina del Presidente sigue recogiendo "datos" e "interpretaciones" que considera sugestivos sobre la "sospechosa agenda propia" de Villarruel.
Para empezar, en el triángulo de hierro, a Villarruel la definen así:
"Victoria es una mujer con enorme ego desorbitado"
Para seguir, aquí va la lista de "datos" e "interpretaciones", formulados por una alta fuente del gobierno. Una fuente que suele pensar cómo piensa Milei:
- "Se cree más importante que el presidente. Está rodeada de adulones que todos los días le dicen que, sin ella, Milei no habría llegado a ser presidente".
- "No terminó de procesar que Javier no le haya dado Seguridad y Defensa".
- "Habría estado contactando a gente en España para para armar una organización partidaria paralela a La Libertad Avanza."
- "Victoria se juramentó para devolver a los militares el desmesurado poder político y económico que tuvieron durante la dictadura. De hecho, ya en agosto de 2023, en plena campaña, propuso un delirio: subir el presupuesto de Defensa del 0,6 por ciento del PBI al 2 por ciento del PBI".
- "Javier cree que ahí, dentro de ese presupuesto reivindicatorio, estaba el huevo de la serpiente. El arma que le hubiese permitido a los militares contar con 12 mil millones de dólares por año. Y no solo para infraestructura, sino para sus sueños húmedos del regreso al poder".
- "Al mismo tiempo le hubiera impedido al gobierno hacer el ajuste en todos los ministerios, que es la base de nuestro éxito".
La obsesión de Milei por dejar en evidencia a Villarruel le estaría quitando energía para terminar de coronar un posible acuerdo político con Mauricio Macri. De hecho, el presidente reveló este viernes que, si fuera por él, a ese acuerdo firmaría ya, con las dos manos.
Por otra parte, las esquirlas políticas que viene recibiendo el gobierno como producto de su incómoda postura en asuntos como el escándalo Kueider, la no aprobación de Ficha Limpia y las nominaciones de Ariel Lijo y García Mansilla, le están impidiendo disfrutar de otras "buenas noticias", como la inminente decisión de la Corte de ratificar el juicio oral en la Causa Hotesur-Los Sauces.
De hecho, es una noticia bomba porque pone a Cristina Kirchner, con ficha limpia o sin ella, en el peor de los mundos:
- Condenada con sentencia firme, en la Causa Vialidad.
- A tiro de condena en dos juicios orales: Memorádum de entendimiento con Irán y Hotesur -Los Sauces.
- Y a la espera del comienzo de otro juicio oral y público donde se la procesó como jefa de otra banda de criminales: la de Los Cuadernos de la Corrupción.
Mientras tanto hay, dentro y fuera de La Libertad Avanza, cierta expectativa por lo que se supone que sería el principio de un cambio en el estilo de Javier Milei. Esto es: un novedoso intento por dejar de insultar a "todo el mundo" de manera casi constante.
Entiéndase por todo el mundo a quienes no comparten su visión sobre la política, la economía o la vida. E incluso cuando siente que no le valoran las cosas que viene haciendo bien desde que asumió.
En la entrevista que le hicimos hace horas para El Observador 107.9 pone el freno de mano, justo antes de empezar a nombrar a periodistas "ensobrados", empresarios corruptos y econo-chantas, cuando dice: "No puedo estar peleándome con todo el mundo todo el tiempo". Ojalá le dure. (El Observador)