El Matador habló del campeonato del mundo disputado en Argentina en plena dictadura, el primero ganado por la Albiceleste, y volvió a resaltar la importancia del título conseguido.
Mario Alberto Kempes es, sin duda, uno de los mejores futbolistas y más grandes ídolos de la historia de la Selección argentina. Para muchos, ocupa el tercer lugar de la lista luego de Diego Maradona y Lionel Messi. Campeón del mundo en Argentina 1978 como máximo goleador del torneo con 6 tantos y elegido como el mejor jugador de esa edición, siempre se ha encargado de resaltar la importancia que tuvo ese primer logro de la Albiceleste en el torneo más importante de todos.
"Siempre hay que poner una piedra fundamental para empezar una historia, y lo del "78 fue eso. Conseguimos algo que todavía el argentino no lo había podido conseguir. Fue una selección bastante rara, solamente yo vine de afuera. El resto jugaban en el fútbol argentino, que era muy fuerte", recordó este sábado en dialogo con DSports Radio.
"El "78 fue una piedra fundamental, el "86 otra piedra más. Después pasó mucho tiempo, hubo grandes selecciones, y se refrendó con Qatar 2022", insistió el Matador. Y en ese sentido, apuntó: "Hay gente que siempre se olvida o piensa que el fútbol nació después del "86 o del 2022. Pero a nosotros eso no nos importa".
Por otro lado, no pudo evitar referirse al duro contexto socio político en el que se jugó aquel Mundial, en plena dictadura cívico-militar, la más sangrienta y brutal de la historia del país: "Nunca me ha gustado mezclar la política con el deporte. Nosotros fuimos citados por Menotti para jugar. Lo que más nos gusta a los argentinos es jugar al fútbol. Por más que estén los militares, los guerrilleros, quien sea... Nosotros fuimos a jugar al fútbol", señaló al respecto.
Y cerró con una última reflexión: "Mucha gente buscó excusas para meterse con nosotros, pero no nos importaba. Yo estaba en España y no llegaba ni una noticia de Argentina, muchos no lo sabían. Nosotros fuimos a representar a Argentina jugando al fútbol", sentenció Kempes.