En la Casa Rosada especulan con tener un escenario más favorable si gana Donald Trump. Buscan además reforzar los convenios con la central de inteligencia estadounidense y realizar compras de equipamiento para la SIDE.
Javier Milei quiere que Donald Trump gane las elecciones de los Estados Unidos y pone la mira sobre la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El presidente quiere cerrar un nuevo acuerdo con el organismo por un desembolso de US$10.000 millones para acelerar la salida del cepo. El ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió el 24 de octubre con la directora del FMI, Kristalina Georgieva.
En la Casa Rosada especulan con que se aceleren las negociaciones con el Fondo en caso de que el candidato republicano encabece su segundo mandato. Reconocen que las conversaciones no están avanzadas y aseguran que "no vamos a liberar las restricciones cambiarias sin esos fondos de respaldo".
El Gobierno busca además profundizar el vínculo con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que incluye misiones conjuntas y convenios de información, junto a la compra de equipamiento tecnológico para la secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). El círculo íntimo del jefe de Estado busca reforzar la seguridad argentina tras las amenazas de Irán.
Apuntan además a concretar una "mayor coordinación militar" entre los países. En Nación ponen la mira sobre el monitoreo del océano Atlántico y la construcción de la base conjunta en Ushuaia. Está avanzada ya la compra de armamento para los aviones F-16 por US$300 millones, que contiene de misiles de corto alcance y armas de aire-tierra.
Mileino hará ningún gesto previo a la elección de hoy, pero sus cercanos aseguran que dará una fuerte muestra de apoyo a Trump en caso de que supere a Kamala Harris. En Balcarce 50 no descartan un viaje del primer mandatario a los Estados Unidos.
La Casa Rosada se prepara igualmente para ambos escenarios. No nombrará al nuevo embajador en Washington hasta que estén los resultados electorales. "Queremos que la relación con los estadounidenses crezca bajo cualquier gestión", expresó un funcionario.
El Gobierno acumuló igualmente críticas contra la gestión de Joe Biden y expresó que "mucho no están aportando". Es por eso que el presidente realizó un acercamiento a China y no criticó su política en su discurso ante la ONU. Nación quiere realizar un seguimiento cercano a la renovación del swap de monedas por US$6000 millones y trabaja para reactivar las obras de las represas de Santa Cruz, Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
Milei quiere tener un diálogo directo con el mandatario chino, Xi Jinping, y tiene previsto viajar a China por la cumbre de la CELAC, que se postergó de enero a marzo. Karina Milei recibió una invitación para viajar a Shanghai por la Exposición Internacional de Importaciones, pero todavía no confirmó asistencia.
El Gobierno también quiere retomar el diálogo con España. Es por eso que Milei puso a disposición a la comisión de Cascos Blancos de Cancillería para sumar ayuda humanitaria ante las inundaciones en Valencia. El presidente español, Pedro Sánchez, nombró a Joaquín María de Arístegui como nuevo embajador en la Argentina tras cinco meses de vacancia.
Werthein prepara además la visita de la primera ministra de Italia, Georgia Meloni, a la Argentina luego del G-20, que se realizará en Brasil entre el 18 y 19 de noviembre. En Nación trabajan también en un encuentro con el mandatario francés, Emmanuel Macron, previo al evento.
El Gobierno pretende también intervenir el Ministerio de Relaciones Exteriores para que los diplomáticos voten siempre en línea con los Estados Unidos e Israel. "Es la alianza y la imagen que queremos mostrar al mundo. Es nuestro alineamiento y no lo vamos a negociar. Los diplomáticos tienen que entenderlo", expresó un funcionario.
Buscan impulsar además un "frente de resistencia" contra la agenda 2030 y las políticas económicas, sociales y ambientales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En Balcarce 50 reconocen como aliados estratégicos a los mandatarios Giorgia Meloni (Italia), Viktor Orbán (Hungría) y Nahib Bukele (El Salvador).