En busca de la verdad
Una denuncia de abuso sexual de la actriz Elisa Mouliaá conmociona a España y golpea la imagen del, ahora, exdiputado Íñigo Errejón.
Según Mouliaá, Errejón comenzó a mostrar comportamientos intimidantes esa noche, cuando la invitó primero a un evento y luego la acompañó a una fiesta de amigos. El relato de la actriz se centra en la noche en la que compartieron una reunión con amigos del político. En un momento, Íñigo tuvo un ataque de celos al ver a la actriz bailando con un amigo, en ese momento él la tomó con fuerza del brazo, la sacó del lugar y la llevó a una habitación.
Dentro de la habitación, el exdiputado "comenzó a besar y a tocar" el cuerpo de Mouliaá, "sobre todo la zona de los pechos y de los glúteos", todo mientras le decía "frases lascivas" del tipo "cómo me pones". Luego él la empujó sobre la cama y en ese instante la actriz narró que se sintió paralizada y no consintió nada de lo que estaba pasando.
Para salir de la situación, la actriz le pidió al exdiputado volver a la fiesta ya que había quedado su amigo sólo. Pedido al cual el político accedió pero bajo la promesa de que ambos se fueran a la casa de Íñigo a los 20 minutos, la actriz accedió con tal de abandonar la habitación. El relato de la denunciante dice que efectivamente a los pocos minutos abandonaron el lugar con dirección a la casa de Errejón, cuando Mouliaá recibió una llamada en donde le informaban que su hija estaba con mucha fiebre. Ante la situación, según el relato de la actriz, Íñigo se mostró "frío e impasible" y siguió camino a su casa.
Una vez en la vivienda, el político, "sin mediar palabra", comenzó nuevamente a besarla mientras le realizaba tocamientos. La actriz le dijo que se estaba sintiendo "incómoda" y que seguía preocupada por su hija y más tarde agregó "sólo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo". Luego de ésto, el diputado la dejó y le dio las gracias, que a partir de ahora lo iba a tener en cuenta "para futuros encuentros".
Tras la denuncia, Errejón renunció a su cargo y abandonó la política en medio de un clima de presión. El caso golpea no solo la imagen del exdiputado, sino que genera una presión importante sobre el gobierno de coalición PSOE-Sumar, en el que figuras como Yolanda Díaz, vicepresidenta de España, solicitaron su dimisión.
La renuncia de Errejón desencadenó reacciones de toda la esfera política española. Pedro Sánchez, presidente del gobierno, expresó su apoyo a Díaz, diciendo: "Toda mi confianza para Yolanda Díaz y Sumar, una organización que está haciendo mucho por el progreso de las mujeres". Por su parte, el Partido Popular cuestionó a Díaz, sugiriendo que ella conocía las denuncias y las había "encubierto".
Ángeles Carmona, experta en violencia de género, consideró que el acto de Mouliaá podría incentivar a otras víctimas a exponer públicamente sus experiencias, como sucedió con el movimiento Me Too en Hollywood. "Que una mujer se exponga en público frente a un político es un acto de valentía que podría animar a más víctimas", afirmó Carmona, en referencia al impacto que estos testimonios tienen en la sociedad./Infobae y Clarín.
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