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Tras el apoyo de Pro al veto, Macri planea diferenciarse del gobierno de Milei y reforzar sus críticas

El jefe de Pro apuesta a resaltar sus matices con Milei y avisa que el respaldo parlamentario no será irrestricto; persisten los recelos con Santiago Caputo tras los últimos encuentros y rechazan la propuesta de un interbloque con LLA

Viernes, 11 de Octubre de 2024

Mauricio Macri volvió a ser un pilar esencial de Javier Milei en el Congreso. El acompañamiento de casi todos los diputados que integran el bloque de Pro, donde conviven macristas y bullrichistas, fue determinante para que el Presidente lograra dejar firme el veto a la ley de financiamiento universitario. Más allá de que volvió a alinearse con los intereses de la Casa Rosada, el jefe de Pro sigue disgustado con la mesa chica de Milei por los acuerdos incumplidos. Por eso, planea reforzar su estrategia de diferenciación con el Gobierno en las próximas semanas.

En el círculo de confianza de Macri, quien viajó a los Estados Unidos en los últimos días, aseguran que el comunicado que emitió la cúpula de Pro el lunes pasado para ratificar el apoyo al veto de Milei a la ley que disponía un aumento a las partidas presupuestarias destinadas a la educación superior “inauguró una nueva etapa”. A partir de ahora, aseguran, apostarán a resaltar las críticas a la gestión de Milei y la capacidad de implementar las reformas. ¿Quieren adoptar un perfil opositor? Cerca de Macri aclaran que el respaldo a la impugnación a la ley de financiamiento universitario no será el último gesto de acompañamiento a la administración de Milei. Pero apuestan a moverse con mayor autonomía del oficialismo. “Vamos a sostener las críticas y apoyar cuando creamos que sea conveniente”, dice uno de los unos colaboradores más estrechos de Macri. Quieren imponer la lógica de discutir “tema” por “tema”.
La charla con Caputo



Mauricio Macri y Santiago Caputo


El encuentro entre Santiago Caputo, el asesor multifunción de Milei, y Macri del jueves pasado tuvo tres pasajes, según fuentes al tanto de la charla. La primera instancia fue áspera: hubo pases de factura y reproches cruzados entre el expresidente y el estratega. Luego, concordaron en la necesidad de preservar los objetivos económicos del Gobierno: fortalecer la política macroeconómica y apurar la salida de la recesión. Macri le sugirió no desatender la microeconomía, algo que él pagó caro en términos electorales durante su mandato.

Por último, discutieron sobre la “metodología” para gestionar el vínculo inestable entre Pro y LLA. Macri insistió en que es necesario que exista una mayor coordinación e interacción política y partidaria. Es decir, crear un ámbito para discutir si sería conveniente confluir o no la Capital y la provincia de Buenos Aires en las próximas legislativas. Para atender esa demanda, los libertarios armarán una nueva mesa de discusión política, en la que Cristian Ritondo será el emisario de Macri. Funcionará en paralelo a la de coordinación parlamentaria.

No obstante, allegados al expresidente afirman que por ahora “no hubo avances” en los temas que tocaron Macri y Caputo durante la cumbre. Aún perdura la desconfianza por los últimos desencuentros con el consejero de Milei. “Actúan con torpeza, les cuesta ver que no es una buena idea clavarle el aguijón a quien te quiere ayudar”, afirma un dirigente del riñón de Macri.

Aun cuando el Pro volvió a auxiliar a Milei para salvar el veto a la ley de financiamiento universitario, los macristas advierten que el Gobierno debería tomar nota de que el apoyo parlamentario “tiene un límite”. En el seno de Pro se discute cómo deben pararse frente a un núcleo duro del mileismo que solo envía señales de hostilidad. También se escuchan reclamos para que Macri defina una hoja de ruta y una estrategia nítida con vistas a 2025 y 2027. “Lo del veto no fue un respaldo a Milei, sino mostrar coherencia con nuestro electorado”, aseguran en el entorno de Macri.


Mauricio Macri, durante la reunión de la semana pasada con el bloque de senadores de Pro


En la reunión por Zoom con la mesa directiva -que se convocó el domingo después del posteo del expresidente en redes en el que habló de una “crisis de transparencia” en la UBA-, evaluaron que retirarle el sostén al Gobierno hubiera implicado no solo un cimbronazo político, con posibles efectos en los mercados, sino ofrendarle un triunfo político al kirchnerismo. A su vez, el bloque de diputados de Pro ya había rechazado la ley en la sesión de agosto. En el texto subrayaron sus diferencias con la Casa Rosada: cuestionaron el manejo del conflicto, la falta de gestión y lamentaron las “internas oficialistas”. A grandes rasgos, esa sería la nueva narrativa del macrismo.

Nueva táctica

En sintonía con la estrategia que había trazado el expresidente tras la aprobación de la ley bases y el paquete fiscal, los armadores de Macri pretenden reforzar la identidad de Pro con vistas a las elecciones legislativas de 2015. A sabiendas de que enfrentan el riesgo de que Milei apueste a correrlos de la cancha y quedarse con la base de sustentación de su partido, analizan adoptar una táctica defensiva. Por ejemplo, aseguran que no contemplan en este momento la idea de acordar el armado de un interbloque en Diputados, donde Macri volvió a ungir a Ritondo como su interlocutor en las negociaciones con el oficialismo. “No nos conviene”, sintetizan.

Además, repiten que las conversaciones para converger en un frente electoral en 2025 están trabadas. Tampoco hubo avances en las tratativas para que dirigentes recomendados por Macri desembarquen en áreas clave del Estado. El jefe de Pro hace hincapié en la demora del Gobierno para sacar el pliego de la Hidrovía y exhibe especial interés en el área de Transporte o de energía. Por caso, mira la situación en Corredores Viales o Belgrano Cargas. Según sus confidentes, empresarios suelen transmitirle quejas sobre la gestión de Milei en esas áreas. Al jefe de Pro también le indigna que algunos puestos de conducción del Estado permanezcan funcionarios que habían ingresado con Alberto Fernández o Sergio Massa.

En esta instancia, afirman en las filas de Pro, el expresidente no busca negociar un plan de co-gobierno. “Todavía hay un sendero por recorrer. Veremos si es armonioso o no. En 2025 podemos ir juntos o separados”, señala un hombre de confianza de Macri.

Hubo un episodio en los últimos días que terminó de exasperar a los feligreses de Macri: la foto que compartieron Karina Milei y Patricia Bullrich junto a senadores y diputados bonaerenses que abandonaron el bloque de Pro para fusionarse con La Libertad Avanza. En el macrismo interpretaron la maniobra como una provocación en plena negociación por el apoyo al veto universitario. También exigen que los gobernadores e intendentes de Pro reciban un trato preferencial en la discusión por el Presupuesto 2025. Tanto Ignacio Torres (Chubut) como Rogelio Frigerio (Entre Ríos) planean endurecer sus posturas con la Casa Rosada para saldar cuentas en el debate de ley de leyes.

La próxima semana habrá una cumbre entre diputados, senadores y mandatarios de Pro para unificar posturas frente a la discusión del presupuesto. “No nos gusta que nos tomen el pelo”, dicen en la jefatura de Pro.


Martín Menem, junto a Ritondo