El fatal ataque de un león a un cuidador de animales en un parque de vida silvestre generó una serie de interrogantes sobre los protocolos de seguridad en estos recintos
El sábado 28 de septiembre de 2024, un trágico incidente tuvo lugar en el Parque de Vida Silvestre de la Biblioteca Presidencial Olusegun Obasanjo, en Abeokuta, capital del estado de Ogun, Nigeria. Babaji Daule, un cuidador de animales de 35 años, perdió la vida luego de ser atacado por un león mientras alimentaba al animal frente a un grupo de visitantes.
Babaji Daule, un cuidador con experiencia y entrenamiento, se encontraba realizando una actividad de rutina que, según algunos testigos, excedía las normas estándar del parque. El cuidador había llevado a un grupo de visitantes a observar la alimentación del león en su recinto después del horario de cierre del parque. Durante este procedimiento, Daule, confiado por su experiencia y la aparente familiaridad con el león, dejó abierta la puerta de seguridad que separaba al animal de su entorno. Esta decisión fue crucial, pues le permitió al león escapar y lanzarse sobre él, causándole lesiones fatales.
La reacción inmediata de las personas presentes se vio marcada por el horror y la urgencia. Los esfuerzos por salvar a Daule resultaron infructuosos, y el personal del parque se vio obligado a actuar de forma rápida para evitar un desenlace aún más trágico. Con el objetivo de impedir que el cuerpo de Daule fuera mutilado en mayor grado, el león fue abatido por el equipo del parque.
El informe policial confirmó que el ataque tuvo lugar alrededor de las 7:40 p. m., según lo señalado por la portavoz de la policía, Omolola Odutola. La negligencia de Babaji al no cerrar la puerta de seguridad permitió al león atacarlo de inmediato, provocándole heridas mortales en el cuello. Daule murió en el lugar del ataque, sin que nadie pudiera evitar el desenlace fatal. La policía trasladó el cuerpo del cuidador a la morgue del Hospital General de Ijaye, y el evento se reportó oficialmente a las autoridades para iniciar la correspondiente investigación.
Por su parte, la administración del parque lamentó profundamente lo sucedido y expresó sus condolencias a la familia de Babaji Daule. Mediante un comunicado, se enfatizó que la actividad de alimentación del león realizada frente a los visitantes ocurrió fuera de la rutina estándar de alimentación del parque, lo que implicaba un riesgo innecesario y ajeno a los protocolos habituales de seguridad. Enfatizaron que la seguridad del personal, los visitantes y los animales del parque representa una prioridad y que se llevarán a cabo investigaciones para esclarecer las circunstancias del suceso. La declaración subrayó la importancia de seguir de forma estricta las normas establecidas para evitar tragedias similares en el futuro.
Este incidente reavivó la conversación en Nigeria sobre la seguridad y el manejo de los zoológicos y animales salvajes. Apenas meses antes, otro ataque de un león cobró la vida de un cuidador en la Universidad Obafemi Awolowo, en la misma región del suroeste nigeriano, lo que llevó a muchos a cuestionar las regulaciones vigentes y los procedimientos de seguridad en estos recintos. La muerte de Babaji Daule amplificó esta preocupación, con voces críticas demandando una revisión exhaustiva de las políticas y prácticas que garantizan el bienestar tanto de los animales como de los trabajadores de zoológicos en todo el país.
El zoologico alberga una amplia variedad de especies animales, con más de 140 ejemplares, incluyendo leones, hienas, aves exóticas y reptiles. Su objetivo principal es promover la conservación de la fauna silvestre, educar al público y fomentar el turismo
La muerte de Daule marca un triste precedente que impulsa a los responsables de estos recintos a reevaluar sus prácticas y a reforzar las medidas de seguridad, tanto para proteger a quienes trabajan con animales como para garantizar una interacción segura para el público visitante.