El ex jefe de gobierno porteño tuvo un cortocircuito con su amiga y funcionaria Genoveva Ferrero, pareja del candidato a integrar el máximo tribunal.
En las últimas horas, comenzó a circular la información, confirmada, de que Horacio Rodríguez Larreta, ex jefe de gobierno porteño, le bajó el pulgar al juez federal Ariel Lijo como candidato a miembro de la Corte Suprema de Justicia. Este miércoles, lo mismo hizo el presidente de la UCR, Martín Lousteau, en nombre del comité nacional de ese partido. La candidatura de Lijo está prácticamente terminada.
Sin embargo, según pudo saber iProfesional de fuentes de la Casa Rosada, el presidente Javier Milei no retirará la postulación de Lijo en el Senado, ni la del otro candidato Manuel García Mansilla, que también quedó casi descartado porque su nombre no se puede desvincular al de Lijo.
"Con el voto en contra de Lousteau y de Rodríguez Larreta, la candidatura de Lijo no tiene retorno. Incluso, la tensión que Milei genera con el Congreso hace imposible el clima para aprobarlo en la Comisión y menos para conseguir los dos tercios de los votos en el recinto", dijo a iProfesional una alta fuente parlamentaria de La Libertad Avanza.
Si bien Rodríguez Larreta no lo dijo en voz alta, es cierto que comentó su decisión a sus amigos más íntimos y a su senadora de confianza, Guadalupe Tagliaferri, que es la presidenta de la Comisión de Acuerdos del Senado, el órgano que debe aprobar el dictamen de Lijo y de García Mansilla. "Es cierto, Horacio retiró su apoyo", señaló un allegado. Tagliaferri no firmó el dictamen en favor de Lijo.
En las filas del larretismo se pudo saber que esta decisión le valió un cortocircuito con su amiga Genoveva Ferrero, secretaria general y de Administración del Presupuesto del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires. Ferrero está en pareja con Ariel Lijo y será madrina de casamiento entre Larreta y Milagros Maylin, el 19 de octubre. Dicen que podrían postergar la boda hasta ordenar el conflicto.
En el mundo libertario del Senado descuentan que se desarmó el clima para que Milei imponga a Lijo y que la candidatura del juez pasó su cuarto de hora. El horno no está para bollos con el peronismo, que también impugna a Lijo: no ayuda nada el inminente veto del Presidente a la ley de financiamiento educativo, que desatará una marcha masiva el miércoles 2 de octubre próximo.
Se suma al veto presidencial confirmado en la Cámara de Diputados de la ley de movilidad jubilatoria, también sancionada por el Senado. Además, cada día que pasa Milei parece tener menos capital político para imponer su voluntad por las malas noticias de la economía y la pobreza.
Este jueves se conoció que la pobreza alcanzó el 52,9% según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, y que el 18,1% de los ciudadanos son indigentes, todos ellos englobados en un 10,1% de hogares pobres en la Argentina.
La caída de la actividad económica, del consumo, el cierre o el retiro de empresas o los rumores de desinversión de otras, completan un cuadro de situación complejo. (iProfesional)