Oscar Jegou y Hugo Auradou están imputados por abuso sexual con acceso carnal. Desde la defensa ya solicitaron el sobreseimiento, pero la querella reclama que el caso sea investigado con perspectiva de género.
La causa por abuso sexual contra los rugbiers franceses Oscar Jegou y Hugo Auradou entró en una instancia decisiva.
El fiscal Darío Nora, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual de Mendoza, recibió el informe pericial de la mujer de 39 años que denunció por violación a los rugbiers franceses Hugo Auradou (21) y Oscar Jégou (21).
Aunque recuperaron su libertad y regresaron a Francia, ambos siguen siendo investigados por presunto abuso sexual con acceso carnal agravado.
La pericia psicológica a la denunciante, identificada como S.L., coincide con otras pruebas de la investigación, como audios que ella envió a una amiga y los testimonios de testigos.
Los responsables de la pericia fueron los licenciados Francisco Izura y el psiquiatra Leandro Fabián Silvestre por el Ministerio Público Fiscal. También participaron peritos de la querella, Bibiana Moya e Irene Assof, y de la defensa, Agustín Agasso y Carlos Guillermo Messina.
La evaluación se realizó en dos entrevistas forenses el 13 de agosto de 2024, pero la denunciante faltó a tres convocatorias posteriores, alegando problemas de salud.
El informe de los especialistas señala: “Su relato presenta características que dan cuenta de una acomodación del mismo como modo de ir justificando su participación voluntaria en los hechos que se denuncian, tomándose por momentos incoherente y poco sustentable desde el punto de vista lógico, ya que van sumándose detalles que lo vuelven inverosímil y no confiable”.
Los psicólogos y psiquiatras entienden que la denunciante hizo un relato manipulado: “Se advierten contradicciones entre diferentes partes de la narración. Además, existen descripciones vagas y omisiones voluntarias”.
Cuando los forenses le consultan y le hacen escuchar los mensajes de WhatsApp que compartió con la amiga que la acompañó al boliche, la noche que conoció a uno de los rugbiers y aceptó ir al hotel, describen lo que ocurrió: “Se muestra evitativa, aduciendo que se acuerda muy poco, pero reconociendo la humillación y vergüenza que la invade frente a lo expresado en dichos mensajes de voz, esgrimiendo argumentos pueriles como forma de justificar los mismos”.
La conclusión es que el relato de la denunciante, “no reúne criterios de credibilidad ni validez”.
“El discurso de la señora (S.L) sufre, en virtud de lo antes dicho, una manipulación que tiene como finalidad reforzar el rol de cada uno de los participantes en los hechos denunciados, asumiendo ella un lugar pasivo frente al avance de los agresores, que eran, en su versión, los responsables del sometimiento, la violencia y los abusos. Lo ganancial en este caso, es quedar desvinculada de cualquier responsabilidad que la involucre en lo acontecido, exaltando una imagen de mujer humillada, maltratada y sometida, y negando su participación voluntaria en los hechos de contenido sexual que pretende denunciar”, coincidieron los peritos.
Los rugbiers franceses estuvieron detenidos 33 días en Mendoza, y la defensa insiste en que nunca hubo un “no” durante la relación con la mujer. Audios enviados por la denunciante confirman que aceptó ir con uno de los jugadores la noche del encuentro, y describe las lesiones sufridas como resultado de ese encuentro.
Los fiscales a cargo de la investigación valoraron que los estudios sobre la estructura psíquica de los rugbiers dieron “favorables”, que no presentaron “trastornos en la faz sexual” y tampoco mostraron “impulsividad”. Por ese motivo, desde el entorno de los acusados de “abuso sexual con acceso carnal agravado” entienden que van camino al sobreseimiento.
Entre los motivos por los cuales la Justicia sospecha del relato de la mujer, se encuentra la intención de ella misma al acceder a ir al hotel y “la secuencia témporo-fáctica de los abusos sexuales denunciados”.
Por otra parte, también consideraron “la conducta observada por la denunciante al momento de salir de la habitación y hacer abandono del hotel” y el tono jocoso que caracteriza el inicio de la conversación con su amiga en horas de la tarde del día de los hechos denunciados”. Sobre este punto, los funcionarios se refieren a una serie de audios que se difundieron después de lo ocurrido.
“Tremendo el pendejito. Un chabón re enamoradizo, tremendo el morocho, hermoso, unos ojos…”, se la escucha decir en uno de los mensajes que fue incorporado al expediente. En otro de los audios, la mujer le agradece a su amiga por haberle cuidado a su hija para poder salir a bailar.
A esto sumaban las dudas sobre las lesiones físicas. En el dictamen, la denunciante describió haber sido “golpeada, estrangulada y mordida” por los imputados. Sin embargo, la evaluación médica forense presentó resultados que no coincidían con la gravedad de las agresiones descritas.
Por ejemplo, se constató una “equimosis en el ojo izquierdo”, pero la médica forense concluyó que “no correspondía a un golpe de puño”, sino más bien a un roce o presión menor. Además, las supuestas mordeduras no dejaron marcas visibles, y las “lesiones submentonianas” (bajo el mentón) “no eran compatibles con un estrangulamiento fuerte” como el que ella describió.
El abogado defensor, Rafael Cúneo Libarona, adelantó que solicitarán el sobreseimiento de los rugbiers. “Este resultado de la pericia psiquiátrica es fundamental para conseguir la absolución”, sostuvo, agregando que los jugadores ya han vuelto a entrenar en sus respectivos clubes en Francia.
Por otro lado, los abogados de la denunciante continúan reclamando que el abuso fue real y que el caso no ha sido investigado con perspectiva de género.