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Adriana Guillén y Alba Comadrán presentan “Mirada interior” en el Hotel Hilton

La exposición, compuesta por pinturas y esculturas, será inaugurada este viernes a las 20h.

Miercoles, 18 de Setiembre de 2024

La Municipalidad de Guaymallén invita a la inauguración de la muestra visual “Mirada interior” de las artistas Adriana Guillén (pinturas) y Alba Comadrán (esculturas). El encuentro será este viernes 20 de septiembre, a las 20h, en el Hotel Hilton Mendoza.

En la ocasión también estará presente el Ensamble de Folclore Cuyano, perteneciente a la Orquesta Municipal de Guitarras Tito Francia e integrado por los músicos Marcos Ríos, Javier Lucero, Martín Morales e Ismael Pelaia. La agrupación busca recrear obras populares de los tradicionales géneros como la tonada, la cueca, el gato y vals criollo.

La exposición estará disponible hasta el 23 de octubre y podrá ser visitada de lunes a domingo de 9 a 20h, en Boulevard Pérez Cuesta y Lateral Norte Acceso Este, Villa Nueva. La entrada es gratuita, pero se pide a los asistentes que se anuncien en la recepción del hotel al ingresar.

Alba Comadrán

María Alba Comadrán nació en Mendoza y es oriunda de Dorrego. Es licenciada en Cerámica Artística, egresada de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo; institución donde se desempeña como docente desde el año 1994. Ha incursionado en diferentes materiales y técnicas como vidrio, cerámica, grabado y vitral. Desde 1995 participa en numerosas muestras colectivas en distintos espacios de arte de Mendoza.

Sobre su técnica, explica: “La temática de mi obra surge de la observación de la figura humana. Juego con las formas, con distintas poses, con la interacción de los espacios llenos y vacíos, buscando despertar una sensación de quietud reflexiva y equilibrio interno. Evocar calma e introspección a partir de una estética abstracta y minimalista”.

Adriana Guillén

Adriana Teresa Guillén nació en Mendoza. Es arquitecta, egresada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Mendoza. Ama el arte desde pequeña y lo ha practicado de distintas maneras a lo largo de su vida. Ejerció su profesión durante algunos años y, al mismo tiempo, persiguió su sueño de convertirse en una artista que pudiera comunicar todo el universo personal y su entorno. Para ello comenzó a estudiar arte de manera profesional en los estudios de diversos artistas mendocinos como Mauro Cano. Actualmente se dedica a trabajar en las técnicas del óleo y acuarelas. Ha participado en numerosas muestras individuales y colectivas en todo el territorio provincial.

“Para mí el arte es una conversación íntima entre el artista y el espectador, un diálogo que trasciende las palabras y se asienta en el territorio de lo sensorial. Es un acto de creación y, a la vez, de revelación, donde lo visible se torna en símbolo y lo oculto se desvela en cada capa de pintura. Mis obras, de contenido autobiográfico, transitan un mundo surrealista y onírico, de modo sutil y evocativo, a la vez que esperanzador. Con un toque nostálgico, pero con una fuerte y dramática proyección hacia el futuro, elijo soñar sin oscuridad. En mi obra vibran las transparencias, que a pesar de los colores elegidos son intensas. Las imágenes forman parte de un rompecabezas visual, donde se entrelazan las distintas piezas para contar una historia o transmitir un mensaje dirigido a lo más profundo de cada persona”, manifiesta Adriana.

“Mirada interior”

Tal como manifiestan las protagonistas, “en el umbral de esta muestra, nos detenemos ante una puerta abierta hacia lo invisible”. “Mirada interior” no es sólo una exposición, es una invitación a explorar los recovecos del alma, donde el arte se convierte en un espejo profundo y sincero. A través de la pintura y la escultura, las artistas nos llevan de la mano por un sendero silencioso, donde “cada obra es una ventana hacia un universo interior, un reflejo de emociones y pensamientos ocultos en la penumbra de lo cotidiano”.

“Las obras, como ecos de un diálogo interno, nos revelan la complejidad de la experiencia humana, la lucha entre la luz y la sombra, el gozo y la melancolía”, dicen. Cada pieza es un fragmento de verdad, una chispa de la esencia que las artistas han descubierto en sí mismas y han decidido compartir. “Al recorrer la muestra, cada espectador se convierte en un explorador de su propio ser, confrontando sus emociones, sus dudas, sus sueños. El arte aquí es un faro que ilumina el camino hacia la autenticidad, una guía en la búsqueda de lo esencial y lo genuino”, agregan.