Tras la baja de tasa de política monetaria (TPM) del BCRA, el mercado advirtió por su impacto en la brecha cambiaria y en la inflación. Las causas.
En la última rueda hábil de la semana, el dólar blue se vende este miércoles a $1.300 en las cuevas del microcentro porteño, con lo que se ubica en su nuevo máximo histórico nominal. En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación se negocia a $1.287 y el MEP se ofrece en $1.267.
En el complejo tablero de la economía argentina, los dólares libres se encuentran en una encrucijada de factores que presionan su valor al alza. Los analistas señalan que tanto la oferta como la demanda privada están ejerciendo una influencia negativa en la acumulación de reservas del Banco Central. La oferta de los exportadores en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) disminuyó significativamente, lo que indica una tendencia preocupante para la estabilidad financiera del país.
Esta baja en la oferta se produce a pesar de encontrarnos en un período de alta estacionalidad para el sector agroexportador, lo que tradicionalmente resultaría en una mayor liquidación de divisas. Sin embargo, la perspectiva de un posible desmantelamiento del cepo cambiario y un bajo costo de apalancamiento parecen haber incentivado a los productores a retener sus stocks, retrasando así la liquidación necesaria para sostener las reservas.
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Por otro lado, el panorama político presenta sus propios desafíos. A pesar de una victoria legislativa reciente del gobierno con la aprobación de la Ley de Bases, las negociaciones continúan siendo arduas y el camino hacia reformas estructurales se vislumbra dificultoso. La oposición mantiene su influencia con proyectos de alto costo fiscal que podrían comprometer las metas de equilibrio económico, especialmente en un contexto donde el ministro de economía promete reducir impuestos que afectan directamente la recaudación.
En el ámbito económico, aunque se han recibido buenas noticias como la caída de la inflación y la aprobación de fondos por parte del FMI, no se pueden ignorar los indicadores preocupantes como el deterioro del empleo y la pérdida de competitividad del peso frente a otras monedas. El Banco Central mantiene un ritmo de devaluación mensual que supera la inflación, lo que erosiona aún más la posición del peso en el mercado internacional.
Como conclusión, para los expertos la suba del dólar blue en Argentina es el resultado de una confluencia de factores económicos y políticos que desafían la estabilidad financiera del país. La oferta limitada de divisas por parte de los exportadores, las complejidades políticas y las señales mixtas en el frente económico crean un escenario de incertidumbre que se refleja en la presión alcista sobre los dólares libres. (IProfesional)