Los estudios son de alta calidad y se realizan en el hogar, sin necesidad de trasladar a la paciente. También facilitan el acceso en zonas alejadas.
Para muchas mujeres embarazadas, mantener el reposo no es solo una recomendación: es una indicación médica esencial. En esos casos, trasladarse a un centro de salud para un estudio puede ser complejo, incómodo o incluso riesgoso.
La ecografía portátil aparece como una solución concreta y segura. Gracias a su tamaño compacto y portabilidad, permite realizar controles obstétricos en el domicilio de la paciente, sin sacrificar calidad diagnóstica.
Los ecógrafos portátiles pesan menos de 300 gramos y se conectan a una notebook, tablet o celular. Se usan tanto en consultorios como en visitas domiciliarias, ambulancias y centros de salud de baja complejidad. La calidad de imagen es comparable a la de los equipos tradicionales, lo que permite evaluaciones confiables en tiempo real.
Además de su utilidad en obstetricia, estos dispositivos también se aplican en ginecología general, urología, medicina general y atención primaria. Permiten obtener imágenes del abdomen, aparato urinario y órganos reproductores, con la posibilidad de compartirlas al instante con otros especialistas si es necesario.
"Este tipo de tecnología cambia la dinámica de la consulta. No solo ahorra tiempo y traslados, también mejora la experiencia del paciente, genera confianza y permite una atención más cercana y personalizada", agrega Guetmonovitch.
Entre los beneficios que ofrece esta tecnología para el sistema de salud y para los pacientes, se destacan:
Además, los ecógrafos portátiles contribuyen a la formación médica y a la telemedicina. A través de plataformas digitales, los profesionales pueden hacer estudios guiados por colegas en tiempo real, incluso a distancia.
En la Argentina, esta tecnología ya está aprobada por los organismos regulatorios y disponible para profesionales de distintas especialidades. Su impacto no es solo técnico, sino también emocional: recibir atención en casa, en un entorno seguro y familiar, mejora la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
"Cuando una paciente embarazada necesita reposo, no es solo por comodidad: su salud y la del bebé están en juego. Tener esta posibilidad de control sin exponerla a riesgos es una herramienta concreta, efectiva y humana", concluye el Dr. Guetmonovitch.