María Alexandra Gómez, esposa de Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido en Venezuela desde hace cinco meses, denunció la falta de información sobre el estado de su esposo y expresó su dolor al sentir que "en un momento el Gobierno argentino le soltó la mano." La detención de Gallo coincide con su cumpleaños, intensificando la angustia familiar.

Gallo fue detenido en San Cristóbal, a 10 horas de Caracas, cuando se dirigía a tomar un vuelo a la capital venezolana. Portaba documentación legal y una carta de invitación de su esposa, pero fue detenido por las autoridades migratorias sin "fundamentos claros". Gómez relata que desde enero no tiene pruebas de que su esposo esté bien.

"Hoy, 8 de mayo, Nahuel cumple cinco meses detenido y además está de cumpleaños. Esto para nosotros ha sido muy doloroso", declaró Gómez. "Hasta les pedí llorando que aunque sea me dijeran en donde estaba para hacerle llegar una foto de su hijo, llevarle una carta para decirle que toda su familia está bien... No tengo ningún tipo de información".

Gómez visita cada sábado la cárcel de El Rodeo, donde se rumorea que Gallo podría estar recluido tras la difusión de un video donde se le ve caminando en un patio. "Voy los días de visita y me tratan súper mal. Me dicen: "Aquí no está, retírese". Voy cada sábado porque seguramente alguien me ve y le puede decir a Nahuel: "Mirá, ahí afuera está tu esposa, ahí afuera está tu hijo". Y nada", lamentó.

En los tribunales venezolanos, le aseguran que Gallo está en "un proceso de investigación", pero denuncia que no tiene un defensor asignado, ni público ni privado. En diciembre, el régimen de Nicolás Maduro comunicó que el gendarme estaba siendo investigado por presuntos actos terroristas y una supuesta participación en un intento de atentado contra la vicepresidenta Delcy Rodríguez.

La liberación de cinco dirigentes opositores venezolanos por parte del gobierno estadounidense ha generado "una luz de esperanza" para Gómez, quien lamenta la falta de novedades por parte de la administración argentina.

Aunque reconoce que el gobierno argentino la contacta y le asegura estar "pendiente", no le brindan información concreta sobre la situación de su esposo. "Yo a veces para sentirme más aliviada me digo que están trabajando y no me comparten información porque es algo sensible", admitió. Sin embargo, enfatizó: "Espero que se esté trabajando, pero en un momento sentí que me soltaron la mano, no lo voy a negar".

"Yo me quedo con lo bonito de que estoy trabajando en la libertad de Nahuel. Solo Dios sabe lo que he hecho... Tengo la esperanza de que esto ya pronto acabe y que podamos regresar juntos los tres a casa, como ha sido siempre el plan", concluyó Gómez.

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