El argentino nacionalizado paraguayo protagonizó un cruce picante y explicó el motivo de la bronca de la Pulga en la semifinal de la Concachampions.
Lionel Messi no tuvo su mejor noche en la ida de las semifinales de la Concachampions. Su equipo, el Inter Miami, cayó por 2-0 ante Vancouver Whitecaps y, para colmo, el capitán argentino se cruzó fuerte con el mediocampista Andrés Cubas, ex Boca, que ahora representa a la selección de Paraguay.
Todo ocurrió en el primer tiempo, justo después del 1-0 del local. Messi gambeteó a Cubas, remató y, tras la jugada, el volante lo fue a buscar con un empujón y una estirada de pierna que no cayó nada bien. El rosarino lo encaró con vehemencia, y las cámaras captaron el momento exacto en que le reclamaba cara a cara, mientras el árbitro intentaba calmar los ánimos.
"Se enojó por una falta", explicó después Cubas, intentando bajar el tono. Y agregó: "Son cosas del partido, del momento, cuando uno está con las revoluciones a full. Sabemos la clase de jugador y competitivo que es Messi, pero queda ahí. Estamos contentos por el partido que hicimos".
Lo cierto es que la escena fue de alta tensión. Incluso, Messi intentó devolver la falta yendo fuerte al piso contra Cubas, aunque no llegó a impactarlo. En el complemento, la cuenta siguió: Jordi Alba, ladero de Leo en Inter y Barcelona, cargó por la espalda a Cubas, que quedó tendido en el centro de la cancha.
Andrés Cubas, de 28 años, fue una de las joyas de las inferiores de Boca. Debutó en 2014 y jugó 44 partidos en el club antes de probar suerte en Europa. Pasó por Italia, Defensa y Justicia y Talleres, donde se destacó hasta recibir el llamado de la selección paraguaya, país de origen de sus padres. Hoy juega en Vancouver y fue clave en la estrategia para neutralizar a Messi.
El cruce con el 10 no pasó inadvertido. En un partido donde todo Inter Miami estuvo deslucido, Messi mostró una cara que pocas veces se ve: caliente, molesto y sin filtro. En Canadá no lo respetaron, y eso lo sacó de eje.