Columnista invitado (*) La visita a este especialista debe realizarse en caso de que el pequeño esté constipado o tenga diarreas recurrentes, dolores abdominales o vómitos.
Es muy frecuente que los padres consulten al gastroenterólogo infantil por diversos motivos: dolores de panza recurrentes, vómitos (tanto en lactantes como en niños más grandes), episodios de ensuciamiento fecal, eventos de materia fecal con sangre o diarreas reiteradas, entre lo más frecuentes.
El diálogo suele darse así: ”Doctor le traigo a mi nieto porque todos los meses lo lleva la madre a la guardia por lo mismo”; “me dicen que lo que tiene es normal para su edad, pero sus hermanitos no fueron así”; “estuve hablando con mis amigas y creo que mi hijo puede tener parásitos”; “me dijo la pediatra que usted me dirá por qué a mi hijo le pasa lo que lo pasa...” y así la lista puede ser muy extensa.
Creo particularmente que, si un médico no entiende lo que nos dice una madre o un padre con la mirada, tampoco entenderá lo que nos diga hablando después. Es muy importante la empatía y entender la preocupación que a los padres los motivó a hacer la consulta médica.
Después empezará una conversación (en los libros se le llama interrogatorio médico), donde hablaremos de antecedentes familiares, antecedentes del paciente como crecimiento, comportamiento, hábitos alimentarios o higiénicos, cuándo empezaron los síntomas, tratamientos previos, estudios realizados , etcétera. Y, luego de un examen físico exhaustivo, podemos arribar a un diagnóstico preciso o a los diagnósticos presuntivos, es decir, a cuáles son nuestras sospechas diagnósticas.
Si un bebé por lo demás sano presenta deposiciones con estrías de sangre, lo primero a considerar será una alergia a la proteína de la leche de vaca donde el tratamiento consistirá en eliminar el alérgeno de su alimentación, ya sea, indicándole una dieta a la madre si el niño toma pecho o cambiando por fórmulas especiales si se alimenta de esa manera.
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En cambio, cuando las deposiciones con sangre ocurren en niños mayores, sin dolor, donde el sangrado se presenta de forma continua o intermitente, podemos pensar que se trata de un pólipo rectal. Si, en cambio, el sangrado ocurre con dolor y deposiciones muy duras, habrá que descartar primero una fisura anal.
En otras palabras, podemos consultar al gastroenterólogo infantil, entre otras causas, cuando nuestros hijos estén constipados o con diarreas recurrentes, dolores abdominales o vómitos.
(*) Dr. Julián Martín Fernández es médico pediatra y gastroenterólogo infantil (MN 121.232). Profesor universitario.