La designación de Sergio Massa como Ministro de Economía del gobierno ha sido una de las más polémicas y discutidas desde su nombramiento. Muchos creyeron que su perfil político y su experiencia en la gestión pública lo hacían una opción viable para el cargo, sin embargo, su desempeño ha estado muy por debajo de las expectativas.
A la luz de los hechos, debe ser una de las peores decisiones que tomó el Kirchnerismo entregando al poder a Sergio, el "salvador", que llegó a mejorar la vida de los argentinos, con apoyo de los medios, del establishment, de grandes empresarios, de la Cámpora y de Cristina.
Pero, la realidad superó la ficción y todo lo que pensaron quedó en la nada misma, un país en una crisis profunda, sin salida evidente, salvo el cambio de mando. Lo que hizo Fernández, lo que aprobó la Señora, como le llama WCH, al que sedujo Máximo, los está llevando a la que puede ser la peor derrota del Peronismo en años.
Desde su llegada al Ministerio de Economía, Massa ha sido criticado por su falta de iniciativas y propuestas concretas para enfrentar los desafíos económicos del país. Su inacción en materia de políticas económicas y su poco compromiso con la gestión han generado una gran frustración en la sociedad y en la comunidad empresarial, que esperaban un liderazgo más sólido y un enfoque más estratégico por parte del Ministro.
Además, el manejo de la inflación y la estabilidad del dólar han sido temas muy sensibles para el gobierno, y se esperaba que Massa pudiera ofrecer soluciones concretas y efectivas en estos ámbitos. Sin embargo, su gestión ha estado marcada por la indecisión y la falta de liderazgo en estos temas críticos, lo que ha generado una gran incertidumbre y preocupación en la sociedad y en los mercados.
Es evidente que el desempeño de Massa como Ministro de Economía ha estado muy por debajo de las expectativas, lo que ha generado un gran descontento en la sociedad y una falta de confianza en el gobierno. En este contexto, muchos se preguntan si debería renunciar para dar paso a alguien que tenga la capacidad y la experiencia necesarias para enfrentar los desafíos económicos del país.
Esta semana, el país ha sido testigo de una nueva corrida del dólar que ha llevado la cotización de la divisa norteamericana de 389 a 500 pesos en cuestión de horas. Esta situación ha generado una gran incertidumbre y preocupación en la sociedad y en los mercados, y ha puesto de manifiesto la falta de liderazgo y eficacia del Ministerio de Economía en la gestión de la economía del país.
Además, los datos de inflación de abril han sido muy preocupantes, con una suba estimada de más del 7%. Esta situación, sumada a la falta de medidas concretas por parte del gobierno para combatir la inflación, ha generado temores de una posible hiperinflación en el futuro cercano.
Un día llegó y todo cambió para mal, se pensó que era el salvador, pero para eso se necesita mucha capacidad y a las pruebas nos remitimos que este no parece ser el caso
Es importante destacar que el caso de Sergio Massa no es el primer ejemplo de un político que llega al Ministerio de Economía con grandes expectativas y que termina siendo un fracaso. En los años 70, Celestino Rodrigo también llegó a ocupar este cargo con la promesa de ser el salvador de la economía argentina y con la intención de postularse como candidato presidencial. Sin embargo, su gestión fue marcada por una inflación descontrolada y una serie de medidas económicas impopulares que generaron una gran desestabilización en la economía del país.
Aunque la renuncia de Massa no es una solución mágica para los problemas económicos del país, sería una señal importante para la sociedad y para los mercados de que el gobierno está dispuesto a tomar medidas concretas para enfrentar la crisis económica. Además, permitiría que alguien con una mayor capacidad y liderazgo pueda asumir el cargo y tomar medidas efectivas para restaurar la confianza en la economía del país.
En conclusión, el desempeño de Sergio Massa como Ministro de Economía ha sido muy pobre y ha generado una gran preocupación en la sociedad y en los mercados. Si bien su renuncia no resolverá todos los problemas económicos del país, sería una señal importante de que el gobierno está dispuesto a tomar medidas concretas para enfrentar la crisis económica y restaurar la confianza en la economía del país.