El presidente y Caputo evitaron una crisis financiera con fuerte apoyo estratégico de Estados Unidos, ante el intento desestabilizador de la oposición y de varios sectores económicos y periodísticos.
Luis Caputo no tiene certezas, pero tampoco dudas. La oposición quiere terminar con el gobierno de Javier Milei.
Y esto incluye aciertos políticos, sindicatos y de varios sectores económicos y periodísticos.
Pero la respuesta fue firme por parte del Gobierno: el fuerte apoyo que recibió por parte de Donald Trump. Y que este miercoles tuvo su correlato con el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, quien confirmó que está negociando con la Argentina un swap por US$20.000 millones para reforzar las reservas del Banco Central.
PASO A PASO
El jueves por la noche, Luis "Toto" Caputo, comentó, casi al pasar, que estaban evaluando opciones para garantizar los pagos de bonos soberanos en Enero y Julio del año que viene.
Clima de caos, muerte y destrucción. Lanzado el "operativo helicóptero" el jueves por la tarde, la semana terminó con el mercado testeando la banda para medir, por ponerlo en términos elegantes, el nivel de testosterona en sangre del combo Caputo-Bausilli.
El escenario era claro. Con el dólar estacionado en el techo de la banda, el tesoro no tenia chances de hacerse de los dólares necesarios para cubrir los vencimientos de Enero sin desplumar al BCRA. A esto se agregaba que, empeorando aun la situación, si el mercado esperaba que las bandas no aguanten, podría concretarse una profecía autocumplida.
Hombre de cabello canoso con traje y corbata azul sonriendo frente a un atril con la bandera de Argentina y el logo del Ministerio de Economía de fondo
Con el mercado cerrado y el BCRA habiendo entregado 678 (el guionista de Argentina tiene que ser nominado, cuanto menos, a un premio Goya) millones de dólares, las pantallas de los noticieros de todo el espectro ideológico de la izquierda vernácula (de C5N a LN+) se llenaron de charlatanes que promovían un clima de desazón y angustia. El Partido del Estado se salivaba como perro de Pavlov frente a la posibilidad de un golpe.
Muchos aventuraban cuanto iba a durar esto, las bandas si, las bandas no, dolarización, golpe de estado, asamblea legislativa, gobierno de transición.
Después de un fin de semana de altísima tensión y la tropa lamentando otra oportunidad perdida, se empezó a rumorear el fin de semana que el presidente Milei iba a traer de New York un anuncio bajo el brazo. Rumor fuerte era una línea de crédito, pero nadie esperaba lo que iba a venir.
Por la mañana, minutos antes de las 8am, Manuel Adorni anunció a través de su cuenta de X que se eliminaban las retenciones a todos los granos de manera transitoria hasta el 31 de octubre (más tarde aclaró que la eliminación era extensiva a productos bovinos y avícolas).
Sólo esto hubiese traído calma al mercado ya que el Ministerio de Economía estaba usando, muy inteligentemente, el superávit financiero que supo construir para armar otro puente.
El martillazo llegaría 2 horas y 5 minutos más tarde cuanto el secretario del Tesoro Americano, Scott Bessent, lanzó por X un hilo de 4 mensajes anunciando que, dada la condición de socio estratégico que nuestro país tiene con Estados Unidos, el Tesoro iba a apoyar al país con todos los recursos necesarios.
Fue un nivel de apoyo que nos recuerda el famoso "whatever it takes" de Mario Draghi en 2012, cuando el entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE) prometió hacer todo lo necesario para salvar al euro y mantener la estabilidad financiera en Europa durante la grave crisis sufrida en ese año.
El impacto fue inmediato. Todos los operadores que habían especulado respecto sobre por qué se había pospuesto el viaje del presidente a New York quedaron en un claro offside. Los papeles argentinos se dispararon hasta 25% en dólares, los bonos subieron 20% y el Riesgo País recortó toda la subida de la semana anterior.
El gobierno de Milei, que es atacado constantemente por viajar al exterior, le cerró la boca a sus detractores con una muestra de fuerza sólo posible por las relaciones que desarrolló con los líderes de occidente.
Por su parte, Caputo demostró otra vez por qué se ganó el apodo del "Messi de las finanzas". Sacó un conejo de la galera que no solo ayudó a evitar una crisis sino que cambió radicalmente las expectativas y el ánimo del mercado.
A partir de ahora, la política tiene que hacer lo suyo y LLA debe ganar las legislativas de Octubre, pero este fin de semana de locura financiera vuelve a poner las cosas en su lugar en el balance de poder y demuestra que hay que prestar más atención a las palabras del ministro. Seguro que muchos de los "campeones" que compraron a 1550 el viernes para "no perdérsela", hubiesen preferido haber escuchado a Caputo el Jueves por la noche.

El Presidente le manifestó por redes sociales su agradecimiento a su par estadounidense por el swap de 20 mil millones de dólares.