La vicepresidenta gasta millones en lujos del Senado mientras critica los gastos "al divino botón" del Gobierno nacional. La coherencia, ausente.
Hay que ser y parecer. Una cosa es una cosa, otra cosa es otra cosa. Si estás acusando que gastan la plata "al divino botón" en el Gobierno nacional, suponemos que en tu estructura, la que manejás -hablo de Victoria Villarruel en el Senado- cuidás las formas, cuidás las lamparitas, cuidás el teléfono, la impresora, la resma de papel. Cuidás todos los gastos, si no, sos igual a la casta que tiraba la guita por todos lados como manteca al techo.
Pero veamos el detalle de algunos gastos del Senado:
Luces LED: 5.700.000 pesos, compra directa.
Telefonía celular: 48 millones. Es un numerito, 48 palos. "Con 48 millones les aumentás a los jubilados". No, no se les aumenta a los jubilados, lo sé, lo tengo clarísimo. No se les aumenta a los jubilados, pero tampoco con un viaje al exterior de Milei. Y la que acusa de eso es la propia vicepresidenta de la nación.
Sirena para su auto: 1.500.000 pesos. ¿El auto de la vicepresidenta tiene que tener sirena? No sé. Pregunto, pregunto. ¿Es necesario?
Aire acondicionado: 43 aires acondicionados. Los cambian cada semestre los aires acondicionados. No sé qué problema tienen. Se les rompe el filtro de aire, funciona mal, el tubito se queda atascado.
700 pines dorados, 3.000 pesos cada uno: 2.150.000 pesos. Compra directa.
Si lo hacía Cristina, lo publicábamos y era noticia. Lo hace Villarruel. Cambiaron mucho las cosas. Yo no estoy diciendo que Villarruel sea chorra como Cristina, pero si estamos acusando que gastamos plata al divino botón, fijémonos qué hace también la señora Villarruel.
Muchos políticos se la pasan hablando de la casta. Es lo nuevo, los privilegios. "No somos igual que cuando llegamos, somos como la gente común. Soy un tipo más." Viste, el que paseaba al perro, el profe de la UBA, hincha del Bicho, era un tipo común.
Después llegan y todos quieren tener la mejor secretaria, la mejor oficina, el aire acondicionado, la televisión por cable con todo el paquete premium, la televisión de los partidos de fútbol de los domingos, las películas, las porno y todo el paquete completito. Y la porno también, ¿no? Bueno, acordate, Garganta profunda. No me acuerdo cuál era la garganta que quería Alberto.
Todo quieren, todo. Todo lo tenemos que pagar nosotros.