Los políticos y sindicalistas que se aferran a la mentira para ganar beneficios personales suelen descubrir que su falta de honestidad eventualmente les pasa factura.
"Hay que considerar el movimiento sindical como una gran fuerza que forma parte esencial de nuestra vida nacional, pero al mismo tiempo hay que velar por que no se descontrole.”
WINSTON CHURCHILL
La huelga de Aerolíneas Argentinas tuvo un impacto significativo, afectando a más de 37,000 pasajeros y provocando la cancelación de 319 vuelos durante un paro de 24 horas que involucró a pilotos de vuelos tanto nacionales como internacionales. Las operaciones de la aerolínea se vieron interrumpidas en diversos aeropuertos del país, incluyendo Ezeiza y Aeroparque.
El conflicto se intensificó con el secretario de Transporte, Franco Mogetta, anunciando que el sindicato de pilotos y su líder, Pablo Biró, serían responsables de los daños y pérdidas causados a la compañía. Biró, conocido por su perfil polémico y su alineación con el kirchnerismo, ha buscado dañar al gobierno; en él no hay intenciones honestas, solo desestabilizadoras. En el medio, miles de pasajeros sufrieron daños de todo tipo: turismo, salud, economía y familia fueron algunos de ellos. Todo, mucha maldad.
La presión de algunas delegaciones sindicales sobre empresas en Mendoza también se han dejado ver. Analizando e investigando el tema, nos han llegado informes sobre algunos sindicalistas de la provincia que estarían presionando a algunas empresas en beneficio propio y de otras competidoras. El asunto, que promete escalar, tendría a varios abogados del fuero civil y penal trabajando para denunciar estos hechos; otro escándalo más se aproxima a nuestra tierra. La acción de estos personajes se estaría realizando en solitario y promete abrir una caja de Pandora en la fuerte organización gremial que abarca a los comercios. Serian dos las personas que terminarían ante la justicia, otra muestra más de sectores gremiales que se han creído dueños y amos de todo. Nadie se ha dado cuenta de los cambios sociales, legales y políticos que se avecinan. Todo está mutando. Menos ellos.
El engaño puede ser un atajo al poder, pero es un camino seguro a la caída. Los políticos y sindicalistas que se aferran a la mentira para ganar beneficios personales suelen descubrir que su falta de honestidad eventualmente les pasa factura. La concentración de poder trae implicancias y desórdenes que se reflejan en hechos como la desigualdad, la corrupción, la falta de representación, la resistencia, la carencia de democracia y los controles, así como la cooptación de los medios de comunicación. Para enfrentar esto, es muy importante tener unión y visibilidad. En el primer caso, se deben mantener relaciones permanentes con poderes honestos y superiores; lo segundo, se logra a través de la acción conjunta clara y de camaradería, entre grandes comunicadores, que expongan al gran público todos estos temas de forma permanente y honesta. Ser creíble es la gran apuesta.
Para ello, se debe ser confiable; para serlo, hay que respetar las ideas predicadas a través del tiempo, manteniendo una coherencia demostrable que no se oculte detrás de pactos o arreglos espurios que luego se tapan con otros arreglos. Resistir el archivo.
Las mentiras políticas son declaraciones falsas o engañosas realizadas por figuras públicas con el propósito de manipular la opinión pública, encubrir la verdad u obtener ventajas en el ámbito político. Estas mentiras pueden abarcar desde promesas incumplidas hasta tergiversaciones de hechos, y su exposición puede tener consecuencias significativas en la confianza pública, la reputación del político y la estabilidad de las instituciones democráticas. La única forma de que se obtenga la verdad es exponiendo la mentira. Ahí aparecen las acciones conjuntas y de camaradería a las que me refería más arriba.
En un mundo cada vez más complejo y cargado de información, este concepto de la verdad nos invita a reflexionar sobre la importancia de la honestidad y la transparencia en todos los ámbitos, especialmente en el político. La búsqueda de la verdad se convierte en un imperativo para reconstruir la confianza entre los ciudadanos y sus líderes, así como para fortalecer las instituciones democráticas. En estos tiempos, donde las mentiras y la desinformación pueden propagarse rápidamente, el compromiso con la verdad y la rendición de cuentas se erigen como pilares fundamentales para una sociedad más justa y cohesiva. La verdad no solo debe ser un valor a defender, sino una práctica cotidiana que guíe nuestras acciones y decisiones.
El eslogan de este diario es “En busca de la verdad”. Eso no significa que la hayamos encontrado, solo que la buscamos con nuestros errores humanos, pero no malintencionados, sin decir cosas que sabemos tienen el doble sentido de hacer daño a terceros, como escuché y no retransmití esta semana. ¿Por qué, me dirá usted? Porque no soy mensajero de nadie y porque tarde o temprano todo se expone al gran público y no quiero quedar como hipócrita. No es lo que pienso; algunos sí, evidentemente. Así vamos a procurar que les vaya….. con acciones conjuntas y camaradería…..Que así sea.
WCH