Argentina Para no quedar tan aislado 

Perdido y olvidado, el presidente pretende tomar protagonismo y pelear por lo que le queda

El Presidente activó un plan para defender su Gobierno y reclutó a sus funcionarios más leales en medio del desbande en el Gabinete. El efecto Gran Hermano.

Domingo, 23 de Octubre de 2022

"Alberto va a defender su gobierno. Cree que es un buen gobierno en tiempos turbulentos". La frase le pertenece a uno de los colaboradores más leales del Presidente y refleja el pensamiento íntimo de Alberto Fernández que pasa, como un deja vu de los últimos tiempos, sus horas más críticas.

Debilitado y aislado en su núcleo más íntimo, y criticado por el ala dura de la coalición, el jefe de Estado no se da por vencido. Cree, de hecho, que es momento de pasar a "la ofensiva", incluso con la posibilidad remota de presentarse como candidato el año próximo, una hipótesis que en las últimas semanas volvió a instalarse con cierta incredulidad en el resto de los principales socios del Frente de Todos. En especial, en el kirchnerismo.

Fernández debutó en esta nueva etapa que provoca ira en el cristinismo y La Cámpora el fin de semana de los recientes cambios de gabinete que instrumentó sin consultar con Cristina Kirchner, la agrupación liderada por Máximo Kirchner y Sergio Massa. Cuando en los medios empezaron a filtrarse los nombres de los posibles reemplazos de Claudio Moroni, Elizabeth Gómez Alcorta y Juan Zabaleta, un dirigente K telefoneó a Juan Manuel Olmos para saber de qué se trataba. Lo asombró la respuesta: "Salen albertistas, entran albertistas", le dijo a modo de justificación de la inconsulta.

El Presidente no solo avanzó en la modificación del gabinete sin preguntar tampoco a buena parte de la CGT por la incorporación de Kelly Olmos, sugerida por el vicejefe de Gabinete: su entorno se ocupó además de que trascendiera que la decisión había sido unilateral, como una forma de exhibir un liderazgo muy tardío.

Cuando el lunes, un rato después del acto de Plaza de Mayo por el Día de la Lealtad, Clarín consultó a uno de los principales miembros de La Cámpora del trasfondo de la decisión presidencial, el dirigente se encogió de hombros. "Están actuando con lógica de agrupación", analizó.

Es que en la organización liderada por Máximo Kirchner están convencidos de que el Presidente quiere sostener las PASO para resguardarse el próximo año, y buscar una oportunidad electoral después del verano.

"Desde los cambios de gabinete, Alberto bajó una línea clara que quiere reforzar", resaltaron cerca del mandatario. Recluido en su entorno, con una agenda que incluyó en los últimos días 48 horas de respuestas a un participante de Gran Hermano que tuvo un vínculo cercano a su íntimo amigo el legislador Claudio Ferreño -"tenemos la decisión de no dejar pasar nada más", planteó Gabriela Cerruti, la Portavoz presidencial-, Fernández quiere revancha.

Hace tiempo no tiene diálogo con la Vicepresidenta. Tampoco con La Cámpora, con una excepción inquietante: hace dos miércoles, viajó en helicóptero con Eduardo "Wado" de Pedro a un acto en Tecnópolis, y tuvieron una charla privada que nadie quiso ventilar. Andrés "El Cuervo" Larroque, otro de los dirigentes K más importantes, habla con Julio Vitobello, Olmos o Cerruti.

Fernández había dado el puntapié en el cierre del Coloquio de IDEA, en Mar del Plata, cuando lanzó una elíptica pero clara afrenta al kirchnerismo cuando se preguntó si alguien, en su gobierno, había pedido "un centavo para hacer obra pública". Antes habían sido los cambios de gabinete. Después, la inauguración por el Día de la Lealtad, en Cañuelas, sin invitación formal a ninguno de los múltiples actos del PJ que el Presidente quiso capitalizar con poquísimo éxito.

Fernández pretender defender su gestión -incluye insistentes críticas a Mauricio Macri- mientras buena parte de la dirigencia del Frente de Todos ya planea su futuro. La CGT lanzó su propio espacio político para tener injerencia en la toma de decisiones, en una nueva alianza con los movimientos sociales que enfureció a La Cámpora.

Juan Manzur ya avisó que se vuelve a Tucumán. Varios de los ministros nacionales y provinciales, y los legisladores que el miércoles se reunieron con Axel Kicillof y Máximo Kirchner en La Plata seguirán el mismo camino para "blindar" la provincia de Buenos Aires, en especial el Conurbano. Entre ellos, Jorge Ferraresi, Martín Insaurralde, Ariel Sujarchuk o Mariano Cascallares.

"Primero tenemos que aterrizar el avión. Recién ahí vemos de cambiar al piloto", dijo esta semana uno de los participantes de ese encuentro platense. Fernández no se resigna a dejar la cabina.

clarin