Angelina sigue internada en el Sanatorio de la Trinidad, en una sala de terapia intensiva. La fiscalía ordenó una tomografía de urgencia para determinar el calibre de la bala.
El caso de Angelina, la nena de 12 años baleada durante los festejos de Navidad en Morón, sumó este jueves un relato clave: el de Ricardo, uno de sus tíos, que describió el instante en que el proyectil impactó en la cabeza de la menor mientras estaba en la calle con otros chicos, minutos después de la medianoche.
"A las 12.05 salimos a la calle para que pudieran preparar los regalos para el arbolito. Ella estaba mirando al cielo y se cayó desplomada. La llevamos al hospital rápido", contó el familiar. Según su testimonio, la nena alcanzó a decir "me quemó" y, en un primer momento, incluso "hablaba y caminaba", hasta que minutos después perdió el conocimiento.
Ricardo aseguró que en la vereda había "como 10 o 12 chicos" junto a Angelina y que rápidamente comprendieron que se trataba de un disparo. La menor fue trasladada de urgencia al hospital San Juan de Dios y, horas más tarde, derivada al Sanatorio de la Trinidad de Ramos Mejía, donde permanece internada en terapia intensiva.
"Ahora está mejor. No tocó la parte motriz. Está sedada, los padres están con ella. Hay que seguir esperando, el cuadro está controlado, dentro de los parámetros que se esperan", explicó el tío sobre la evolución del estado de salud.

Valeria Courtade busca determinar si el plomo que quedó en la cabeza de la víctima coincide con alguno de los casquillos encontrados en el barrio.
Mientras tanto, la investigación continúa sin un sospechoso identificado. "No se sabe quién fue. La policía está investigando. Supongo que disparó con un calibre chico, si fuera otro no la está contando", agregó Ricardo, que también cuestionó con dureza al autor del disparo: "El que tiró es un inconsciente".
Según la información reunida por los investigadores, este mediodía los peritos hallaron tres vainas servidas en las inmediaciones del lugar donde Angelina fue herida. Una vaina 9 mm apareció en la esquina de la casa y otras dos fueron encontradas en patios internos de viviendas cercanas.
De acuerdo con lo que trascendió, aún no se determinó si esas dos vainas corresponden a calibre .38 o también a 9 mm. Para avanzar, los investigadores necesitan conocer con precisión el calibre del proyectil que permanece alojado en el cráneo de la menor. Por eso, los fiscales Mario Ferrario y Valeria Courtade, de la UFI N°3 de Morón, ordenaron una tomografía de urgencia, un dato que será determinante para identificar el arma utilizada y dar con el tirador.