En busca de la verdad
En busca de la verdad
Tomás Machuca tiene 23 años y logró acercar su emprendimiento al astro.
Tomás Machuca, joven de Rosario, soñaba con el fútbol profesional, pero una lesión a los 17 años cambió su camino. Sin dinero para reemplazar su canillera, decidió fabricarla con un balde viejo y un secador de pelo, personalizándola con una foto de su familia. Lo que empezó como una solución improvisada se convirtió en Fenikks, una marca que hoy produce 40 mil canilleras al mes, distribuidas en más de 64 clubes y que incluso llegó a Lionel Messi.
Junto a su amigo Dylan, Tomás transformó la creatividad en negocio, vendiendo por redes y plataformas online. Con el tiempo, Fenikks se consolidó como una empresa sustentable y solidaria: cada canillera se fabrica con tapitas recicladas y por cada venta se dona una unidad a clubes de barrio, generando un ciclo de impacto social y ambiental en distintas ciudades de Argentina.
El emprendimiento de Tomás inspiró a jóvenes futbolistas de selecciones juveniles y equipos profesionales, y la viralización llegó al máximo cuando figuras como Agüero y Messi recibieron sus productos, impulsando la marca a nivel nacional. Más que un negocio, Fenikks refleja la historia de un joven que convirtió un obstáculo en oportunidad, demostrando que con ingenio, perseverancia y apoyo familiar se puede reinventar un sueño y dejar huella.
Hoy, Fenikks no solo es un referente en el fútbol, sino también un ejemplo de innovación social. Cada club que recibe las canilleras participa en la recolección de tapitas, fomentando hábitos de reciclaje y conciencia ambiental entre los más jóvenes. La marca demuestra que un emprendimiento puede generar beneficio económico, impacto social y cuidado del medio ambiente al mismo tiempo.
La historia de Tomás también resalta la importancia de la familia y la comunidad. Los valores aprendidos en su hogar, junto con la creatividad y el esfuerzo constante, fueron clave para transformar un simple problema en un proyecto de alcance nacional. Fenikks muestra que, incluso desde un barrio humilde, es posible crear, innovar y dejar una marca duradera en la sociedad.
El cineasta ha sido un entusiasta de la oceanografía desde la infancia y ha realizado decenas de inmersiones en aguas profundas.
