La jornada se vive con reuniones, mensajes, llamadas y gestos que reafirman la importancia de los amigos en la vida cotidiana.
Cada 20 de julio, Argentina se detiene para celebrar el Día del Amigo, una jornada donde bares, restaurantes y casas se llenan de risas, reencuentros y muestras de cariño. Pero, ¿por qué se festeja en esta fecha tan particular? La historia de esta tradición revela un entramado de emociones, avances científicos y una filosofía de unión universal.
El Día del Amigo argentino nace de una mirada inspiradora sobre un logro humano colectivo y perdura como símbolo de unión y esperanza. La elección del 20 de julio es mucho más que una anécdota histórica: es un recordatorio de que, así como la humanidad puede conquistar la Luna, también puede construir lazos de amistad capaces de cruzar cualquier frontera
El origen del Día del Amigo en Argentina está íntimamente ligado a uno de los hitos más grandes de la humanidad: la llegada del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969. Aquella transmisión televisada unió a millones de personas alrededor del planeta bajo el asombro y la esperanza. Entre ellas se encontraba el odontólogo, profesor y filósofo argentino Enrique Ernesto Febbraro, quien interpretó el alunizaje como un símbolo de fraternidad global. Según sus propias palabras, la famosa frase "un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad" traducía el deseo de unión y solidaridad entre los seres humanos.
Convencido de que ese acontecimiento merecía ser homenajeado de una manera especial, Febbraro envió más de mil cartas a distintos países, proponiendo el 20 de julio como el Día del Amigo. Sorprendentemente, recibió unas 700 respuestas favorables, lo que potenció la popularidad de su idea.
La iniciativa de Febbraro tuvo una rápida repercusión nacional. En 1979, la provincia de Buenos Aires oficializó la fecha y, con el tiempo, el 20 de julio se consolidó en la cultura argentina como la jornada ideal para celebrar los lazos de amistad. Aunque la ONU estableció el 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad, en la Argentina (así como en Uruguay y Brasil) la efeméride se mantiene fiel al homenaje al Apolo 11.
El Día del Amigo es una de las fechas más queridas por los argentinos. No figura en el calendario de feriados oficiales, pero su importancia social es incuestionable. La jornada se vive con reuniones, mensajes, llamadas y gestos que reafirman la importancia de los amigos en la vida cotidiana.