Roberto Peña, jefe del Cuartel Central de Bomberos Voluntarios de Las Heras, se refirió al siniestro que ocurrió ayer en la tarde, por el cual recibieron varias críticas.
En una entrevista exclusiva con MNews Radio - El Observador Mendoza, Roberto Peña, jefe del Cuartel Central de Bomberos Voluntarios de Las Heras, alertó sobre el grave incendio ocurrido recientemente en la zona de Alta Montaña, originado por una salamandra que había quedado encendida durante la noche.
El fuego consumió por completo varias viviendas antes de que los bomberos pudieran intervenir. La distancia (más de 150 kilómetros desde Las Heras) impidió una respuesta inmediata, y el siniestro ya había arrasado todo al momento de su llegada.
"No tenía sentido viajar y arriesgar la autobomba y el personal por una situación ya consumada. El incendio fue total. No quedó nada".
Peña explicó que, aunque las salamandras suelen percibirse como dispositivos de calefacción seguros por estar cerrados, el calor extremo que generan puede ser altamente peligroso.
"La salamandra se pone al rojo vivo y puede prender fuego cualquier objeto cercano que sea conductor de calor o inflamable".
El incendio de Alta Montaña no fue un caso aislado. Según el jefe del cuartel, se han incrementado notablemente los incendios en viviendas en toda la provincia de Mendoza, en especial en hogares humildes que utilizan métodos precarios de calefacción.
El caso de Alta Montaña expuso dos problemas críticos: la confianza excesiva en artefactos de calefacción y la falta de cultura de prevención en los hogares.
"La gente se va a dormir y deja encendida la salamandra. Ese exceso de confianza es lo que hoy está generando tantas tragedias".
Además, remarcó que el aumento de siniestros está directamente vinculado con el uso de braseros, ladrillos eléctricos, leña mal ventilada y sistemas caseros, especialmente durante la ola polar.
Roberto Peña dejó un mensaje claro: la prevención salva vidas. Entre sus principales recomendaciones para hogares en zonas frías o aisladas:
- Apagar cualquier fuente de calor antes de dormir, incluso salamandras.
- Mantener distancia segura entre calefactores y materiales combustibles.
- Ventilar correctamente los espacios para evitar intoxicación por monóxido.
"Si nos vamos a dormir, todo debe quedar apagado. Es preferible sentir un poco de frío que perderlo todo o, peor aún, perder la vida", cerró Peña.